Ha llegado tras la cafrada del “Micolor”, que es como conocemos en Barcelona a Sala i Martín, un eminente economista de ámbito mundial, pero un cretino de tomo y lomo cuando abre la boca para hablar de política. Pues bien, tras la salida de tono del amigo de Lata, vino el hundiento del Titanic galáctico en el Bernabeu, hecho, que como Vds. pueden comprender, ha provocado el cachondeo generalizado de los culés, que han visto en la hazaña del modesto Alcorcón una inyección de moral contra la crisis y sobre todo, un desahogo colectivo, tras el batacazo de Santa Coloma. Y es que las cantadas del equipo de Florentino gustan demasiado como para poder ignorarlas educadamente. ¿Y que sería del fútbol sin estos cachondeos respectivos?. Pues casi nada, que todo lo tiene que ver, con lo que “hubo un tiempo en que era un dete”, esta demasiado podrido como para que los aficionados de a pie se lo tomen en serio. Y como además esto de las rechiflas va barrios, ya que una vez se la mete el Real y otra el Barça, pues al final resulta que todos quedamos contentos que el balance final es muy silar. Ahora toca alegrarse desde Catalunya con la pifia merengue y otro día será lo contrario. Pero de momento, quedémonos, para saborearlo como se merece, con el grito de guerra que se escucha desde los Pirineos hasta el Ebro. ¡Visca el Alcorcón!
