Diego Maradona no podrá ejercer ninguna actividad relacionada con el fútbol hasta el próxo 15 de enero de 2010 y deberá pagar una multa de 24.700 dólares las groserías dichas a la prensa tras el partido contra Uruguay.
Maradona declaró en Zurich alrededor de cuarenta minutos ante la Comisión Disciplinaria designada la FIFA para estudiar el caso y pidió disculpas a la organización y a la familia del fútbol mundial. A la hora de determinar su sanción, el organismo tuvo en cuenta las disculpas y el arrepentiento mostrados el seleccionador.
En la práctica, los dos meses de sanción supondrán que ‘El pelusa’ no pueda entrenar a su equipo, se pierda el sorteo del Mundial y se quede fuera solamente un partido: el del 22 de diciembre contra Catalunya. La FIFA advirtió al técnico que ‘la repetición de cualquier incidente silar significaría la posición de sanciones mayores en el futuro’.
El castigo, sin embargo, no es suficiente para la prensa argentina. La Nación afirma que Maradona sentó ‘un mal precedente’ y que quizá lo ‘más adecuado sería hablar de una tarjeta amarilla, un correctivo que le obligara a pensar dos veces antes de perder el control, de aquí en adelante’.
Clarín, su parte, señala que, gracias a las disculpas, ‘la sacó barata’, ya que la sanción podía haber sido de cinco partidos oficiales o seis meses de suspensión como entrenador.