La I Conferencia Ministerial Global sobre Seguridad Vial ya se ha celebrado y desde Moscú se han dado a conocer una serie de objetivos encaminados todos ellos en una misma dirección: reducir los accidentes de tráfico en todo el mundo, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, en donde se producen el 90% de las muertes accidentes. De hecho, se calcula que en la próxa década se podrían salvar cerca de 5 millones de vida si se consiguiera esta disminución.
Jefes de Estado, ministros, especialistas y representantes de 70 países se han reunido los días 19 y 20 de noviembre en Moscú y todos ellos se han planteado un mismo reto para la década 20112010, bautizada como el ‘Decenio de Acción para la Seguridad Vial’, se ha acordado aumentar las inversiones para reducir en cinco millones el número de muertos accidentes de tráfico en los próxos años. Una idea apoyada el Banco Mundial.
De hecho, la Declaración de Moscú, firmado los diferentes líderes, señala que los traumatismos causados los siniestros viales son ‘un grave problema de salud pública’ y que se encuentra entre una de las causas principales de muerte y lesiones en todo el mundo. Y es que cerca de 1,2 millones de personas fallecen cada año accidentes de tráfico, lo que viene a ser más de 3 mil al día. Asismo, 50 millones resultan heridos o con discapacidades.
Una nueva meta se encamina a reducir en 5 millones los fallecidos este motivo para el año 2020. Y es que han sido muchos los que han pronosticado que para ese año, los accidentes de tráfico se habrán convertido en la quinta causa de mortalidad en el mundo, llegando a situarse delante de enfermedades como el SIDA o el cáncer.
En esta línea, se ha destacado que las medidas deben enfocarse principalmente en los países de ingresos bajos y medios, donde se producen cerca del 90% de las muertes. Los expertos calculan que si se consiguiese reducir aquí la siniestralidad, en los próxos diez años podrían llegar a salvarse 5 millones de vidas y evitarse 50 millones de lesiones graves.
Entre las peticiones, los líderes han invitado a la comunidad internacional de donantes a atar financiación para apoyar las inversiones mundiales dirigidas a la seguridad vial, especialmente en aquellos países de bajos y medios ingresos. En este sentido, los gobiernos evaluarán los progresos realizados cada cinco años.
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