La utilización de famosos en campañas de publicidad se ha convertido en algo común para los departamentos de g de los grandes anunciantes. Sabemos que un celebrity es capaz de comunicar de una forma más rápida y eficaz los valores y significados de una marca, ya que los valores que un celebrity, adecuadamente elegida, se trasladan a la marca que anuncia. Otros estudios demuestran incrementos de notoriedad de una campaña en una media del 25%, con el uso del famoso adecuado. El famoso trae consigo un rango de significados de personalidad y estilo de vida que un modelo anóno no puede atar.
La profesora del IE Business School, Ana Rumschisky, ha dado un paso más en el estudio en el campo de la prescripción. A través de su tesis titulada ‘El valor de la utilización de personajes famosos en la comunicación publicitaria. Un análisis cuantitativo de precios para un producto de moda’ ha revelado como el público está dispuesto a pagar hasta un 19% más un artículo, en función de si es presentado una cara famosa o desconocida. Esta investigación ha contado con la colaboración de Personality Media.
Las hipótesis iniciales fueron contrastadas sobre una muestra de consumidores a los que se les preguntó el precio de un reloj de pulsera anunciado una cara desconocida y un rostro famoso de la televisión. Toda la muestra de consumidores asignó un precio superior al anuncio protagonizado el famoso. Los resultados de esta investigación demuestran que el celebrity es capaz de elevar el precio del producto que anuncia, cuando se trata de productos aptos para regalar y quedar bien, como es el caso de un reloj de pulsera. Podríamos extrapolar estos datos a otro tipo de productos para los que son habituales los rostros populares en su comunicación, especialmente los propios de las próxas fechas navideñas.