No es sólo de los que más ha reducido su cifra de fallecidos sino que también ha sido el que menos víctas mortales ha tenido en el 2009. El autobús se sitúa así como el modo de transte terrestre más seguro. Entre los factores claves que le han llevado a conseguir estos resultados destacan la mejora en la seguridad de este tipo de vehículos, la progresiva utilización del cinturón de seguridad y la mejora de las carreteras.
Y es que los fallecidos en siniestros de autobús son los que en menor cuantía contribuyen al número total. En concreto, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), del total de 1.897 fallecidos en las carreteras españolas en 2009, 18 lo hicieron en accidentes de autobús, frente a los 25 registrados en 2008. Tal y como señala la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), se trata de un descenso del 28% en el número de fallecidos en siniestros de autobús respecto al año anterior.
La mejora en los dispositivos de seguridad activa y pasiva que llevan incorados estos vehículos gracias a las inversiones llevadas a cabo los operadores, la progresiva utilización del cinturón de seguridad en los autocares, y la mejora de las carreteras e infraestructuras españolas son los factores clave que, en opinión dela mencionada Fundación, han contribuido a mejorar los índices de seguridad del transte de viajeros carretera en nuestro país.
Se reduce la accidentalidad y esta tendencia parece continuar a pesar de que en España el parque total de vehículos dedicados al transte de viajeros alcanza ya los 43.966 autocares, que son utilizados 1.204 millones de viajeros al año, según datos del INE. En su conjunto, el sector da empleo a unas 80.000 personas.
En este sentido, hay que destacar la apuesta de los ministerios de Medio Ambiente y Fomento este modelo de transte público, ya que su utilización se traduce en la reducción de la contaminación y de la congestión en las ciudades.
Con datos como éstos, utilizar el transte público y más concretamente el autobús para conseguir una movilidad más sostenible y reducir así las congestiones no sólo se convierte en un tema de medio ambiente, sino también de seguridad.
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