No se trata de una situación normal ni mucho menos. El Ministerio de Fomento reclamara nada menos que 422 euros a un conductor que derribó dos señales de tráfico después de huir de un control de alcoholemia y salirse de la carretera. Hay que señalar que posteriormente dio positivo.
Tal y como recoge el diario La Voz de Galicia, el Ministerio solicita un total de 422 euros, que fue lo que costaron estas dos señales de balizamiento que el conductor se llevó delante.
Sin embargo, ésta no es la única sanción a la que deberá hacer frente. Asismo, el fiscal solicita una condena de 42 días de trabajos en beneficio de la comunidad, además de una multa de mil quinientos euros y la prohibición de conducir durante un año y seis meses, señala este mismo diario en su web.
Y es que el conductor ha sido acusado de eludir un dispositivo de alcoholemia, el cual estaba instalado en la N522 el 20 de diciembre de 2008. Hay que señalar que cuando éste fue interceptado los agentes, tenía una tasa de 1,15 miligramos de alcohol.
Recordemos que actualmente la negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia puede acarrear la prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años, según el capitulo IV del Código Penal. Asismo, dar una tasa igual o superior a 0.60 mlgr/l en aire o de 1,2 gr/l en sangre supone prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.