El dolor crónico ha dejado de ser considerado un síntoma para llegar a convertirse en una patología en sí misma. Actualmente, se calcula que 9 millones de españoles padecen dolor crónico y son muchas las consecuencias psicológicas, y socioeconómicas las que se derivan de esta patología. Un mejor abordaje del diagnostico y tratamiento de los Pacientes que sufren dolor crónico podría reducir el actual 2,2 ciento del PIB que se destina al tratamiento de esta patología, alrededor de 10.000 millones de euros.
El dolor crónico va dejando, poco a poco, de ser considerado un síntoma de una enfermedad, a ser considerado una patología en sí misma. Y es que hay enfermedades en las que, al no haber un tratamiento curativo, como en el caso de las enfermedades musculoesqueléticas u oncológicas, el dolor se convierte en un problema que debe ser abordado de forma independiente.
Respecto a las prescripciones para el dolor, en los últos cuatro años se ha visto un incremento de la prescripción de opioides, pero no así de analgésicos y antinflamatorios periféricos. Pero siguen siendo los analgésicos y AINES, antiinflamatorios no esteroideos, lo que más se usan para el tratamiento del dolor. De hecho, durante 2008 se vendieron 130 millones de analgésicos, frente a los 2,2 de opioides.
Según señala el Doctor Manuel Rodríguez, Jefe de Sección y Coordinador de la Unidad de Dolor del Hospital Carlos Haya de Málaga y representante de la Sociedad Española del Dolor (SED) para Latinoamérica, la razón del bajo uso de opioides en el tratamiento del dolor es debido a las connotaciones negativas de este grupo de fármacos. ‘Todos creemos que los analgésicos no tienen efectos secundarios, pero si se usan durante mucho tiempo pueden producir problemas renales o hematológicos. De hecho, es más peligroso utilizar los analgésicos erróneamente, que un uso continuado de opioides. Sin embargo, más del 30 ciento de los Pacientes con dolor crónico se sigue automedicando’, añade el Doctor Rodríguez.
En este sentido, el representante de la SED para Latinoamérica asegura que varios estudios a largo plazo han demostrado que tan sólo 1 de cada 10.000 Pacientes tratados con opioides padece adicción a los mismos, lo que el riesgo percibido de estos fármacos es míno.
Respecto a la gestión y tratamiento del dolor las administraciones sanitarias, actualmente sólo en Andalucía existen unidades especializadas en el tratamiento del dolor. Respecto a un plan nacional que aborde esta problemática, tan sólo ha habido buenas palabras. José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad, se comprometió a desarrollar un plan estratégico a nivel nacional sobre el tratamiento del dolor en octubre de 2008, pero aún no ha habido pasos al respecto. A nivel europeo, tan sólo dos países, Francia y Portugal, disponen de un plan nacional sobre el dolor.
Sin embargo, el Doctor Rodríguez asegura que crear unidades del dolor no es la solución definitiva al problema. En prer lugar, que ‘desgraciadamente el 98 ciento de los responsables de las unidades del dolor están formadas anestesiólogos, y poco pueden hacer los anestesiólogos en el tratamiento del dolor crónico’, declara. Además, El Doctor Rodríguez apuesta un tratamiento multidisciplinar y más centrado en la asistencia médica praria. Y es que el 83 ciento de los Pacientes con dolor crónico son atendidos la atención praria, y tan sólo un 2 ciento de los Pacientes llegan a las unidades del dolor especializadas.
Con el fin de ofrecer a los periodistas especializados en temas sanitarios una mejor información sobre esta patología, la ANIS (Asociación nacional de Informadores de la Salud) y la Fundación Grünenthal han elaborado conjuntamente una guía práctica para informar a la sociedad de manera rigurosa y responsable.
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