Más allá de los beneficios de la vitamina D en el tratamiento de la osteoosis, numerosos estudios comienzan a confirmar la relación entre niveles bajos de vitamina D y el riesgo de desarrollar cáncer, padecer infecciones, enfermedades autoinmunes o cardiovasculares. La población anciana y mujeres posmenopáusicas son los grupos que menores niveles de vitamina D registran.
Calcio y Vitamina D son una pareja condenada a llevarse bien. Ambos son dos nutrientes esenciales y dependen en gran medida el uno del otro. La vitamina D es una vitamina para la absorción del calcio y la formación de huesos fuertes y sanos, eso se la concibe como una verdadera ‘hormona’. Es decir, para que haya una buena absorción del calcio, también es esencial que haya una buena función gástrica, para lo cuál debe haber, al menos, 20 nanogramos mililitro en sangre de vitamina D.
Vista la tante relación entre calcio y vitamina D, no es de extrañar que se apunte a esta últa como una ‘herramienta’ prescindible en la prevención y tratamiento de la osteoosis, enfermedad que sólo en España afecta a más de tres millones de personas. El gran problema en el tratamiento de la osteoosis es, precisamente, olvidarse de la Vitamina D en los tratamientos basados en suplementos de calcio para el tratamiento de la osteoosis.
En cifras, sólo la mitad de los Pacientes que padecen osteoosis han sido diagnosticados, y únicamente un 19 ciento han sido correctamente tratados. El déficit de vitamina D afecta a un abanico muy elevado de la población, un centaje que oscila entre el 50 y el 100 cien de los casos estudiados. De toda la población, los ancianos y las mujeres posmenopáusicas son los grupos donde se registra una mayor tasa de insuficiencia.
Pero los beneficios de la vitamina D, asociada directamente a la absorción del calcio, no se litan al tratamiento y prevención de la osteoosis. En los últos años, varios estudios han apuntado a la relación directa entre la vitamina D y la reducción de padecer varios tipos de cáncer, entre ellos, el cáncer de colon.
Así lo expresaba un estudio realizado el doctor Givannucci de la Universidad de 0xford publicado en 2006. Este estudio, realizado en más de 1.000 hombres estadounidenses, revelaba que aquellos que presentaban un nivel superior a 25 nanogramos mililitro de vitamina D, tenían un 17 ciento menos de posibilidades de padecer cáncer, y un 30 ciento menos de posibilidades de morir si fuesen diagnosticados. Otros estudios apuntan a una reducción del riesgo cercana al 40 ciento, pero aún faltan estudios más concretos y amplios que permitan definir de forma clara esta relación. Por eso los expertos son muy cautelosos a la hora de establecer los posibles beneficios anticancerígenos de la vitamina D, y se centran únicamente en su propiedad como medidor de la ‘salud global’.
En relación a la osteoosis, la doctora Heike BischoffFerrari del Hospital Universitario de Zurich, asegura que la vitamina D además de aumentar la masa ósea, reduce los riesgos de fractura de cadera. ‘Una persona mayor de 65 años tiene un 30 ciento de posibilidades de caerse. Con una ingesta adecuada de vitamina D podríamos reducir el 18 ciento de las fracturas de cadera y el 19 ciento de las caídas. De este modo se podría reducir el alto coste que producen en la sociedad y el sistema sanitario de las fracturas de cadera’ declara BischoffFerrari.
Uno de los problemas que presenta la Vitamina D es que de las 800/1000 unidades diarias de vitamina D recomendadas, a través de la dieta sólo se pueden adquirir entre 200 y 300 unidades. La principal fuente de vitamina D es el sol, pero las diferencias de la incidencia según la estación del año y aspectos clatológicos complican adquirir unos niveles adecuados de vitamina D.
Con 15 o 30 minutos de exposición a la luz solar, el organismo es capaz de producir entre 10.000 y 14.000 unidades de vitamina D, más de 10 veces la cantidad media diaria recomendada. Sin embargo, y en contra de los que parecería más lógico pensar, varios estudios han demostrado que en países como España, Italia o Grecia, donde hay altos niveles de luz solar, el nivel de vitamina D en la población es más bajo que los Pacientes del norte de Europa.
En este sentido, los expertos recomiendan sin divagaciones los suplementos farmacológicos que incluyen vitamina D. Además, los suplementos de vitamina D y calcio a través de los alentos potenciados reducen hasta un cuarenta ciento las posibilidades de aparición de osteoosis.
Sin embargo, el doctor José Manuel Quesada, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, asegura que ‘uno de los mayores problemas a la hora de tratar a los Pacientes es la falta de cumpliento del tratamiento la intolerancia a los suplementos de calcios farmacológicos y los síntomas que producen, tales como flatulencias, que pueden ser muy incómodos. De este modo, se ha visto que durante el prer año de tratamiento más del 50 ciento de los Pacientes abandona el tratamiento, aumentando, así, las posibilidades de fractura’, declara el doctor Quesada.
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