La Federación Nacional de Oficinas de Farmacia, FENOFAR, ha mostrado su oposición al decretoley que tiene previsto aprobar el Gobierno para la reducción del gasto farmacéutico, y que es fruto del acuerdo del últo Consejo Interterritorial de Salud. La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles y la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña también han expuesto su frontal rechazo a las propuestas.
Con estas nuevas medidas el Gobierno calcula que podría reducirse el gasto farmacéutico en 1.500 millones de euros al año, algo que no creen posible desde FENOCAR. Han solicitado que se reconsideren estas modificaciones, resaltando el descenso del precio de los genéricos en un 25 ciento.
Según la Federación el descenso del precio sólo contribuirá a seguir aumentando la pérdida del margen de las oficinas de farmacia, que no resultarían ‘neutrales’ al Decreto como se afirmó en su presentación. Igualmente han mostrado su descontento con el ejecutivo, considerando que éste ‘ha decidido romper su propia política con una medida extraordinaria de reducción del gasto completamente destructiva para los medicamentos genérico, casi la últa medida estructural de contención del gasto farmacéutico que le queda’.
También vaticinan la posible desaparición de varios laboratorios españoles y la pérdida de empleos en el sector, que podría llegar hasta los 30.000 empleos en los próxos cuatro años. FENOFAR expone que el decreto no va a resultar eficaz para ya que no se modifica el decreto 823/2008, cuyos criterios deberían basarse en la evolución real del mercado de medicamentos.
Con la intención de reducir el gasto y sostener el empleo FENOFAR apuesta medidas estructurales, y no la destrucción del mercado de medicamentos genérico, censurando que el recorte sólo se haga sobre un segmento del mercado. En este segmento sólo entrarían los medicamentos de bajo coste, o que se utilizan para síntomas menores, que son los que menos incidencia tienen sobre el gasto total. En caso de realizar una rebaja de los precios debería de hacerse sobre aquellos que realmente aumentan el coste de la factura pública farmacéutica.
Para la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, FEFE, las medidas ‘ponen en grave riesgo la calidad del sistema sanitario y perjudican seriamente al servicio farmacéutico, además de no atar soluciones para la sostenibilidad y la ineficacia para lograr la contención del gasto’.
FEFE ha expuesto una serie de motivos para explicar su rechazo:
Son medidas coyunturales cuando lo necesario son medidas estructurales que garanticen la sostenibilidad del sistema.
No han sido consensuadas, sino realizadas a espaldas del sector.
La revisión propuesta del RDL 5:2000 es injusta para las Oficinas de Farmacia.
Es necesaria una discusión y un consenso más amplio, no están de acuerdo con su aprobación la vía de urgencia.
Suponen la marginación del medicamento genérico.
Ninguna de estas iniciativas propuestas ayudarán a la mejora de la calidad del servicio farmacéutico, y contribuirán a la destrucción de empleo en el sector.
Por su parte, Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFEC) considera que estos cambios propuestos tendrán ‘un fuerte pacto con grandes consecuencias económicas y sanitarias, y que las boticas no pueden seguir sotando más cargas financieras’
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