La nueva realidad “2.0”, llamarla de algún modo, no es algo que nos afecte a dos o tres departamentos de la compañía. Tampoco se trata de un nuevo canal o medio que acribillar de contenidos corativos para lograr gran cantidad de coberturas, al igual que tampoco es un espacio tenebroso en el que el miedo al qué dirán de mi o a las críticas nos pida participar en nueva manera de trabajar.
Una realidad que afecta a la empresa en su conjunto: a la Comunicación externa, a la relación con los clientes, a la Comunicación interna, a la gestión del conociento, a la productividad, al Marketing, al Branding, a la Innovación, a RRHH…
Y, sobre todo, a la manera en la que gestionamos la Comunicación y las Relaciones con nuestros Públicos, en la que el punto de partida pasa entender que no se trata de un cambio en cómo comunicamos, sino un cambio en cómo la gente quiere comunicarse con nosotros y de qué quiere que le hablemos.
La información corativa ya no sirve que nuestro público no confía en ella y, además, cuenta con innumerables fuentes (blogs, redes sociales, wikis, otras webs que no son nuestra web corativa…) para acceder a la información. Y, además, se fía más de ellas; tal y como señala Edelman un 52% afirma dar más credibilidad a un usuario como él que al CEO, tavoz o a la comunicación de una compañía.
Pero aún hay más, ya que el verdadero cambio radica en que la utilización que la gente hace de éstos medios, en los que habla de lo que quiere y realmente le interesa. Hemos pasado del público pasivo, de audiencia consumidora de contenido generado los medios, a un gran número de micromedios generando contenido. Esta democratización de los medios ha creado una nueva masa de comunicadores que en su conjunto tienen un enorme poder, capacidad de influencia sobre otros iguales, que afectan a la estrategia de Comunicación de la marca y pueden llegar a modificarla en tiempo real. De hecho en Estados Unidos, Forrester empieza a valorar el pacto y la influencia de las personas que, en su conjunto, puede llegar a tener mayor relevancia e presiones que la publicidad o la comunicación de lar marcas.
Otro reciente informe de Morgan Stanley apunta que en el mundo 1.800 millones de personas estamos conectadas a Intet, de las cuales un alto centaje hace uso de las redes sociales, herramientas que en su conjunto han superado al correo electrónico como canal de comunicación. Nuestro país no se queda atrás, ya que España se encuentra en quinta posición del ránking de uso de redes sociales de comScore, con una media de 5.3 horas mensuales y 968 páginas visitadas de media usuario.
Que la gente, nuestros clientes y otros públicos hablen de nosotros no es nada nuevo, pero que tengan una audiencia potencial de 1.800 millones de personas y las herramientas para llegar a ella sí lo es. Una nueva realidad tan relevante como para tomársela en serio y como para incluirla como una parte más en cualquier estrategia de Comunicación, PR, Marketing o Publicidad.
Roberto Carreras
Consultor de Comunicación y RRPP.
