A pesar de los debates electorales, todo apunta a que aún hay cerca de un 50% de votantes que a día de hoy aseguran que su voto puede cambiar, según se desprende de una encuesta elaborada Ipsos Public Affairs en Reino Unido. ACCEDE A ENCUESTAS ANTERIORES.
Antes del prer debate, seis de cada diez encuestados (60%) aseguraron que el debate sería tante para ellos a la hora de decidir su voto. Los liberales demócratas de Nick Clegg lograron un auge en las encuestas sin precedentes en la historia de esta formación política gracias a las aplaudidas intervenciones de su líder en los tres debates, principalmente en el prero.
Sin embargo, casi la mitad de personas con intención de voto que vieron el prer o segundo debate aseguran que no influyeron en su decisión de voto, aunque a la otra mitad les anó a apoyar a otro partido o a aclarar su decisión, lo que puede haber cambiado el curso de la campaña. Además, a las tres formaciones en liza aún les quedan cartas jugar, ya que la mitad de los ciudadanos encuestados subraya que todavía puede cambiar su voto antes de pasado mañana, día de las elecciones. Un hecho que no tiene precedentes comparándolo con las etapas finales de otras elecciones, y que casi duplica el dato recogido en las de 1997.
ALGUNAS CONCLUSIONES
No ser negativos
Según el Director de Ipsos Public Affairs España, Jorge DíazCardiel, ‘atacar a los otros líderes y sus políticas no funciona con los votantes indecisos: al público no le gusta la política negativa empleado a veces los tres líderes, algo que fue palpable en la últa declaración del líder conservador, David Cameron, en el tercer debate’
Las historias personales no funcionan
Los tres aspirantes a Downing Street han abusado del ‘encanto campechano’ que tanto se utiliza en Estados Uniddos para intentar humanizar a los políticos, pero las anécdotas personales narradas en los tres debates no pactaron en la audiencia.
Inmigración, recortes y escándalos el gasto de los diputados
Los índices de popularidad durante los debates estaban en su máxo absoluto cuando Cameron habló sobre la inmigración y cuando tanto él como Clegg abordaron el escándalo los excesivos gastos de algunos parlamentarios.
Uno de cada tres encuestados (29%) ven la inmigración como uno de los problemas más tantes de Gran Bretaña, mientras que el 14% aseguran que será un asunto determinante a la hora de decidir a quién votar. La inmigración se planteó en cada uno de los tres debates, y Cameron cuyo partido, para el público, es el que tiene las mejores políticas de inmigración logró un índice mejor.
