Aventurero, trabajador, curioso, viajero, investigador… Estos son algunos de los calificativos que podrían definir la persona de Joan Carles Salvà Trobat. Tras acabar sus estudios y trabajar en diferentes proyectos, uno de ellos en Monpellier, la vida de este farmacéutico mallorquín no ha parado de dar vueltas. Hace 15 años abrió su propia botica en Palma, lo que no le pidió poner al cargo de ésta a un excelente grupo de trabajadores que la regentaban. Mientras, él continuaba con sus investigaciones y sus numerosos viajes a la otra parte del océano atlántico basadas concretamente en la fitoterapia, las plantas y la homeopatía.
El destino quiso que comenzase a trabajar en su estableciento un farmacéutico, que con el tiempo se ha acabado convirtiendo en su compañero de un sueño que se hará realidad en corto espacio de tiempo. ‘Cuando llegó Óscar el se encargó más de la parte comercial, mientras que yo continúe con mis experentos y trabajos de investigación como siempre’, afirma. Ambos empiezan a poner en común sus experiencias, las demandas de los usuarios y la necesidad de innovación en el sector para obtener mejores resultados para todos los plicados, tanto pacientes como profesionales farmacéuticos.
Pero este sueño, plasmado hasta el momento en la mente de ambos, comenzó a trasformarse en realidad cuando ‘tuvos la posibilidad la adquirir un local perfecto para nuestro proyecto, de unos 1.000 metros cuadrados. Eran otros tiempos y los bancos aún concedían créditos con mayor facilidad y así no hicos con los terrenos. Aunque en un principio pensamos en dedicar sólo la parte baja del edificio a la botica y las plantas superiores a pisos, desechamos la idea y nos planteamos dedicar los pisos superiores a ofrecer gratuitamente otros servicios personalizados que falta de tiempo y espacio no pueden ofrecerse en las farmacias habituales’ comenta anado durante la conversación telefónica mantenida Prfarmacia.
‘Punt Vital’ se trata de una farmacia futurista, con grandes cristaleras y un mayor abanico de servicios, productos y atenciones. ‘Debemos considerar la farmacia como un punto cercano donde atender y dar solución a los pacientes, eso es lo más tante. La capacidad de la farmacia en su relación con el público no puede estar litada. No hay que confundir un consumo de masas con la atención personalizada de un profesional’. En los pisos superiores de la botica propiamente dicha, se situarán salas polivalentes destinadas a charlas informativas y a llevar a cabo labores de asesoramiento en temas como: fitoterapia, dietética, homeopatía, herboristería, podología, alentación infantil…
Respecto al futuro de la farmacia, Joan Carles Salvà Trobat se muestra tajante ‘Creo que el futuro se encuentra en las grandes farmacias. Sinceramente las pequeñas comienzan a no poder sostenerse, sólo algunas de tamaño medio ubicadas en barrios podrán sobrevivir. La farmacia tiene que dar un paso adelante, es un esfuerzo muy grande pero necesario’. Si todo sigue su curso, y los trámites burocráticos lo permiten, en un plazo de menos de 2 años Punt Vital se convertirá, como su propio nombre dice, en un punto vital para muchos pacientes mallorquines.