Millás y De Prada han protagonizado en las últas horas sendos escándalos radiofónicos para goce y disfrute de quienes saborean estas diatribas con especial satisfacción. Dice la Ser que el prero y la Nierga sólo sularon una bronca. ¡Pues qué bien! No hay como armarla para que luego el EGM te la bendiga. ¿Le ta a alguien la dignidad de la audiencia? ¿Son éticas esas prácticas? ¿Intervendrá el CAC, ya que la comunicadora tiene sede profesional en Barcelona? Lo de De Prada ya es otra cosa mucho más preocupante, que consiste en decirle a quienes le pagan que están en franca decadencia y que como dicen en mi tierra de origen: se van a ir al carallo. Agradecido que es el joven escritor. Menos mal que tiene la decencia de anunciarnos que abandona las tertulias para dedicarse a lo que mejor sabe hacer, que es escribir. Uno intuye que tras la decisión se esconden los pésos resultados que el EGM le ha otorgado a su protagonismo en las mañanas de la cadena de la Conferencia Episcopal. O sea que a mi querida y entrañable radio le han hecho una faena dos de los escritores de mas éxito de este pais, y eso no me gusta un pelo, que la gente del dial son buenos tipos sin mas aspiraciones que contar las cosas en tiempo real y acompañar al país tanto en la abundancia como en la crisis, algo que debería hacer pensar a estos dos antes de hablar, que no es lo suyo, y darnos el día. Como la cosa tampoco ha llegado a mayores, vamos a pensar que todo ha sido como la apertura de una botella de cava en la que la espuma sale de golpe y a borbotone, y lo mejor queda dentro para saborearlo poco a poco y en deliciosos sorbos.
Manuel Fernando González
Editor y Director
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