Los jóvenes conductores se consideran igual de buenos (41%) o mejores (43%) que la mayoría, lo que significa que no son conscientes de que deben mejorar aspectos de su conducción. En este sentido, un dato alarmante es que el 61% de ellos ve muy poco probable la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico. Así lo revela un estudio realizado el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre donde, además, se señala que el 84% afirma haber conducido alguna vez superando la velocidad permitida y que el 65% no respeta la distancia de seguridad.
Los jóvenes conductores se muestran confiados y atrevidos. Sin embargo, cada vez son más conscientes de determinados riesgos. Así se señala desde Fundación Mapfre ante los datos obtenidos en un estudio pionero que busca conocer y analizar las actitudes de conductores jóvenes de entre 18 y 24 años.
En este sentido, el estudio revela que el 37% de los jóvenes considera que cometer prudencias es inevitable y el 46% señala que el factor que más les ayudaría a evitar situaciones potenciales de peligro sería que los demás conductores fueran más responsable, frente a sólo un 6% que reconoce que la mejor manera de prevenirlas sería siendo más responsable con su conducción. Por otro lado, el 20% de los jóvenes encuestados dice que para pedir que sucedan circunstancias de riesgo sería necesario que se mejorara la señalización, y el 15% reclama una mejor conservación de las vías.
Pero, ¿cómo actúan los jóvenes cuando otro conductor comete una prudencia que afecta a su conducción? Aquí, el 50% reconoce que se pone nervioso ante estos previstos, mientras que el 25% se enfada, y sólo un 23% se controla.
El fin de semana y la noche suponen un mayor riesgo para los jóvenes. En muchos casos, los accidentes que se producen en el tiempo de ocio están relacionados con la velocidad o el alcohol. Según el informe, el 84% afirma haber conducido alguna vez superando la velocidad permitida y el 26% reconoce hacerlo a menudo o siempre. Además, más de la mitad de los encuestados (65 %) no respeta la distancia de seguridad, el 33% dice que en ocasiones conduce tras tomar bebidas alcohólicas y un alto centaje reconoce conducir mientras realiza otra actividad, como usar el navegador, fumar y hablar teléfono sin utilizar el dispositivo de manos libres.
Del estudio también se desprenden otras conclusiones interesantes como que uno de los principales atractivos de la conducción para los jóvenes es la independencia y la libertad que les ofrece, lo que explica que quieran obtener el permiso de conducir lo antes posible. Además, a los jóvenes las personas que más les influyen en su forma de conducir son el padre (48%) y el profesor de la autoescuela (21,5%), frente a la figura materna (9,5%).
En este sentido, un dato destacable es que 61% ve muy poco probable la posibilidad de sufrir un accidente. Sin embargo, un 22% de los jóvenes encuestados afirma haber sufrido un accidente siendo ellos los conductores, un centaje muy alto si tenemos en cuenta que constituyen una cuarta parte de la muestra y que la mayoría de ellos (84%) tienen menos de cuatro años de experiencia al volante. Estas percepciones provocan que se muestren más confiados en su habilidad para conducir y sean más osados en situaciones de riesgo, como coger el coche después de consumir alcohol.
Aunque algunas conductas son susceptibles de corregirse, los jóvenes son muy conscientes de los riesgos de determinados comtamientos. Así, un 59% afirma que nunca se salta un semáforo en rojo y el 90% nunca conduce bajo los efectos de la droga. Además, la mayoría (73 ciento) afirma que cuando conduce su carácter ‘cambia para bien’. Entre las principales diferencias sexo, el informe destaca que mientras el 80% de las chicas dice no conducir nunca tras tomar alcohol, el centaje se reduce hasta el 55% en el caso de los chicos.
Ante estos datos, Julio Laria, Director General del Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, considera que aún queda mucho trabajo de concienciación hacer y afirma que ‘es necesario seguir educando en valores y que exista una mayor plicación de las autoescuelas, familiares e instituciones para que estos conductores sean cada vez más conscientes de los riesgos que plica no cumplir con las normas de tráfico y conducir de forma prudente’.
Hay que tener en cuenta que los accidentes de tráfico son la prera causa de muerte y de lesiones graves entre los jóvenes entre 18 y 24 años, según la DGT. De hecho, este colectivo sufre el 20% de los accidentes de tráfico, a pesar de que sólo constituye el 10% del censo de conductores. Entre 2003 y 2008 este grupo experentó una reducción del 51% en el número de fallecidos en carretera.
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