Desde hace más de dos décadas, Suecia ha trabajado para modificar su Estado de Bienestar. Mauricio Rojas, diputado del Parlamento Sueco y Catedrático de Historia Económica en el país escandinavo, ha participado en la Jornada de Reflexión sobre el presente y futuro de los Sistemas Universales de Salud y ha hecho un pequeño repaso a cómo se logró, con éxito, transformar el Sistema en Suecia.
Lo prero es dejar atrás el resquicio político público bueno, privado malo. `En suecia ya no se habla de público o privado, ni se piensa yo creo´, el contrario, Mariano Rojas, ha explicado cómo desde que en los 90 ‘se abrió la puerta´ a la oferta privada y los ciudadanos ahora tienen libertad total de elección y la rentabilidad ha ido mejorando años. En enero de este año, 2010, se ha incluido la Atención Praria dentro de la libertad total tanto para los proveedores, como para los pacientes (que son los ciudadanos) y así, ‘el que no tiene pacientes cierra´.
Para Rojas ‘romper los monopolios y pasar a una competencia real con pluralismo de proveedores conlleva a que se esfuercen más para ser los mejores´. Rojas ha comentado cómo le sorprendió, una mañana al subir al autobús, una publicidad en una marquesina donde un hospital te aseguraba realizarte una prueba en el mismo día, algo inconcebible en España.
En Suecia sí existe un sistema de copago generalizado de unos 150€ persona al año ‘si un ciudadano va al médico paga unos 15 €, si decide ir al hospital, ahí ya pagará entre 30 y 40€´. Una forma exitosa en cuanto a disuadir al ciudadano de acudir al médico cualquier motivo como para evitar la saturación de los centros. En el país escandinavo, el gasto público en Sanidad supone un 8% y los ‘euroíndices´ le sitúan como el país con mayor rentabilidad y mejores resultados de Europa (Suecia tiene 250 puntos y España 179). Los datos que manejan las autoridades suecas apuntan a un incremento de visitas, de pacientes atendidos, un 90% de satisfacción parte de los ciudadanos, un descenso del 22% en cuanto a reclamaciones, pero sobretodo, un despegue tante de centros públicoprivados que no solo mejora la asistencia en el país sino que atrae la inversión de otros sectores.
Mauricio Rojas ha hecho especial hincapié en la financiación y regulación que ‘es absolutamente igual para todos los proveedores´. Se paga persona inscrita al centro (si es mayor en edad se abona más cantidad) con un suplemento los servicios prestados según cuales sean. Además se ofrece cobertura de costos necesidades especiales o excepcionales, como ejemplo el desplazamiento de una persona que vive en un pueblo sin esos servicios sanitarios. Y para controlar un verdader uso racional de los medicametnos se han fijado unos bonos y sanciones recetas. Quien logre alcanzar el centaje marcado de número de recetas de medicamentos baratos al año no verá su cuenta variar. Si el contrario se recetan más de los establecidos, el centro recibe un bono económico, y si recetan menos, una sanción o multa.
Bernat Soria, ex ministro de Sanidad y actual Investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, no ha dejado escapar la otunidad para preguntarle a Rojas los altos puestos que pagan los suecos en este Estado de Bienestar ‘sí, se pagan más puestos que en España, un 47% del Producto Interior Bruto del país pero era el precio que teníamos que pagar´.
El catedrático de Historia Económica ha querido insistir en que el proceso de transformación que llevó a cabo Suecia podría perfectamente ser aplicado en España. ‘Se trataba de rebajar el gasto público que era insostenible sin afectar a la calidad y seguridad de los servicios´. Los dos pilares consistieron en separar la gestión pública de la responsabilidad pública, ya que lo que realmente ta es que se hagan las cosas bien y que todos tengan acceso. Y terminar con los monopolios y pasar a una competencia y pluralismo de proveedores que se esforzarán ser los mejores, eso sí, con unos sistemas de cobro servicio establecidos ley idénticos para todos los centros. En las últas estadísticas, tal y como ha explicado Mauricio Rojas, ya se contabilizaron 3.000 empresas de salud en Suecia, la mayoría creadas enfermeros o médicos que antes trabajaban para el sistema público.
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