Cada año se detectan en España 3.000 casos de cáncer de tiroides, el cáncer endocrinológico más frecuente. Su prevalencia es baja, y la mayoría de los pacientes se cura tras la extirpación de la glándula tiroides. El gran problema para los Pacientes es el tratamiento con yodo radiactivo para destruir los restos de tejido tiroideo y los síntomas que produce el hipotiroidismo: cansancio, estreñiento, torpeza mental, lentitud de pensamiento o sequedad de la piel.
El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto en la glándula tiroides. Una vez diagnosticado, el Paciente tiene que someterse a una cirugía para la extirpar la glándula tiroides. Posteriormente, se produce la ablación del tejido tiroideo residual con yodo radiactivo.
‘Es como si te quitaran las pilas’. Así describe Arantxa Sáez, a la que detectaron la enfermedad con 17 años tras unos desajustes en la regla, el tratamiento con yodo radiactivo. ‘Se te quita el apetito, estás siempre cansada, no sabes pensar’, explica Arantxa respecto al periodo de tratamiento. Además de estos síntomas, el tratamiento con yodo radiactivo para alcanzar unos niveles elevados de la hormona estulante del tiroides, lo que se denomina hipotiroidismo, plica una estancia media de 3 o 4 días en una habitación especial con las paredes plomadas.
A pesar de los síntomas que produce el tratamiento con yodo radiactivo, lo cierto es que el cáncer de tiroides es un cáncer con un buen pronóstico, y se esta que sólo el 5 ciento de los Pacientes fallecen. En este sentido, el tratamiento con yodo radiactivo tras la cirugía se muestra como el método más eficaz, y más seguro, en contra de los falsos mitos y connotaciones que tiene este tratamiento. ‘Tomé la pastilla un martes, y el jueves salía la puerta’, así describe Arantxa el tratamiento con yodo radiactivo, a pesar de las consecuencias.
La prevalencia del cáncer de tiroides es baja, aunque va en aumento. ‘El carcinoma tiroideo afecta con mayor incidencia entre las mujeres de 35 a 45 años y entre las causas una serie de factores genéticos asociados. También una dieta baja en yodo, haber sido vícta de un accidente nuclear o haber recibido radiación en la infancia pueden contribuir al desarrollo de este tipo de cáncer‘, declara la doctora Cristina Álvarez Escola, médico adjunto del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital la paz en Madrid.
‘Yodo radiactivo’, médico nuclear’, ‘aislamiento’. Todos son conceptos que hacen que el momento del diagnóstico sea aterrador para el Paciente, quien además se tiene que enfrentar a las opiniones de ‘expertos’ allegados que avivan los miedos del Paciente sobre los posibles riesgos del tratamiento. ‘Hay gente que viene a los tratamiento con ropa sucia o vieja que piensan que después de las sesiones tendrán que tirarla. Se ha demostrado que el tratamiento con suero radiactivo es muy eficaz, y realmente una persona que viaja, ejemplo a estados Unidos, se radia mucho más que en una radiación‘ explica Mercedes Mitjavila, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid.
Seguiremos informando…