Hemos podido leer en un diario nacional la historia, feliz para unos y triste para otros, de María Antonio Liébana. Una mujer de 79 años que se encontraba en coma tras un infarto cerebral y sin ninguna posibilidad de recuperación ni tratamiento. La familia se ha visto obligada a llevar el caso a los tribunales que el hospital donde se encontraba María Antonio ingresada se negó a retirar el tratamiento y la seguía alentando. El propio secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha manifestado su posición antes este tipo de situaciones, que se dan más a menudo de lo que muchos creen ‘hay que aceptar la posición de la familia, que es la que mejor puede interpretar la voluntad de la paciente. Si la familia cercana decide eso, yo como médico me quedaría satisfecho, me parece más que suficiente ´.
¿Cómo litar el poder de terceros, o mejor dicho, como evitar guerras éticas? A través de los Documentos de Voluntades Anticipadas (DVA) o también llamados ‘Testamentos Vitales´. Es una posibilidad para todo ciudadano español que desee dejar escrito su voluntad ‘con objeto de que ésta se cumpla en el momento que no sea capaz de expresarme personalmente sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o, una vez llegado el falleciento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo´. En cualquier hospital deben facilitarte el documento. En la mayoría de los DVA, la persona nombra a un representante que se encargará de asegurar el cumpliento de sus deseos.
En España, según ha podido saber prsalud, las mujeres son mucho más precavidas y en comunidades como Madrid o Valencia, la diferencia entre sexos que han realizado sus DVA son de más del doble. En la capital, ejemplo, en diciembre de 2009 la Consejería de Salud tenía registrados 1806 DVA, mientras que en el caso de la mujer había 3.313 testamentos vitales inscritos. Además, los datos reflejan cómo las personas están ganando conciencia con respecto a la tancia de este documento ya que en un año, Madrid ha registrado más DVA que en todos los años anteriores, con un total de 5.119 DVA y 3.657 realizados este año.
Valencia, ejemplo, lleva mucho más recorrido andado que Madrid en este sentido, ya en el año 2008 contaban con 5.075 personas que habían entregado sus testamentos vitales, y en diciembre de 2009 el número alcanzó los 8.432. Además los jóvenes, en comparación con los madrileños, más del doble entre 16 y 35 años tienen sus DVA en regla, Madrid no alcanza los 5 centenares mientras que la comunidad valenciana supera los 1.100 registros.
Si se analiza edades, en todas las comunidades autónomas el rango de personas que tienen entre 46 y 65 años son los que se han decidido a realizar sus DVA antes de que sea tarde. El número dos del ministerio de Sanidad ha pedido a los ciudadanos que se decidan a dejar escrito sus voluntades ‘anamos a que la gente haga testamento vital para que no haya dudas´. Si se da el caso de que no hay un acuerdo entre la posición de la familia y los médicos del hospital, el caso deberá ser llevado a los tribunales, lo que alarga el sufriento de todos.
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