Hace pocos años que la Industria química se reinventaba y daba paso al
naciento y aparición de la que hoy conocemos como Industria Farmacéutica.
Muchos laboratorios de tamaño pequeño, empresas químicas reconvertidas y un
sinfín de ajustes, para conseguir que la investigación la Salud y las
buenas causas se abriese camino. La Industria comenzó a investigar y
florecer y se abrió camino creando nuevas generaciones de humanos más sanos,
duraderos y resistentes.
Y es hoy, cuando asistos perplejos a situaciones que no tienen límite. Me
confesaré defensor a ultranza del copago, se entiende que siempre tendrá que
haber las honrrosísas excepciones, y también de que la Administración
resuelva problemas que no están creados la Sanidad, y sí la falta de
aginación en la gestión, y la decadencia de la cada vez más
escandalosa sociedad en la que vivos. Cualquier empresa o invento que
ponga un teléfono en lugar masivo, puede comprobar como las llamadas son a
miles… lo que realmente buscan es cariño, comprensión y que alguien les
escuche. Los ambulatorios de la Seguridad Social están llenos de historias
médicas en las que el resumen final podría ser: SOLEDAD y DESAFECTO…
La Industria sigue investigando y de sus propias tripas surgen unas nuevas
empresas, que consiguen su alta rentabilidad a través de la copia (en
ocasiones mala) de la investigación realizada terceros, eso sí, a
precios más competitivos (también en ocasiones)… Y los pacientes llegan a
los centros y salen con sus recetas verdes y en ocasiones, muchas, más de
las deseadas, rojas de cientos de compuestos, grageas y ungüentos… SOLEDAD y
DESAFECTO…
Una respetable anciana de 78 años (que ahora son chavalas, y ceden sus
asientos en el metro y autobús) van al médico que no tiene nada. Pasaron
el hambre de la postguerra, sufrieron los cuarenta años de calvario, y son
fuertes como las mujeres de antes… Eso sí, siente la pena de que pueden
haber perdido a su compañero, y después de hartarse de pruebas, nada, que no
tiene nada. Pide hora que se marea, mañana cuenta que cuando su prer y
único amor… ¿Qué necesita? está claro PLACEBÍL de… Un nuevo compuesto que
está experentando una notable mejoría para aquellos millones que no tienen
nada: SOLEDAD y DESAFECTO…
En el Ministerio de Trinidad Jénez sonará a locura: ¡¿Qué diría la prensa?
Es una estafa a los consumidores!… Y no es verdad. Si con los medicamentos
inservibles que hay en nuestros botiquines hiciésemos una montaña
llegaríamos a Marte ida y vuelta… Y, no es más interesante crear
departamentos de choque que sean capaces de saber quien realmente necesita
medicarse, y quien necesita cariño…
Si se trata realmente de ahorrar, hagámoslo allí donde se puede. Si el gasto
farmacéutico se llevase a un nivel de racionalidad habríamos ganado la
prera batalla a la crisis… y no aquello de: ‘Llevo toda la vida pagando
y ahora no me van a hacer una resonancia magnética, con lo que me tiembla el
codo’. ‘O aquella de: ‘abuela tráeme de la farmacia las pastillas para
dormir’ (con receta roja), con tarjeta roja…
Un día, cualquier día, viendo la cama de uno de manteniento de un gran
hospital, descubrí que las sábanas llevaban en el embozo el logotipo de la
Seguridad Social de su pueblo… y las vendas, las bombillas, las tiritas, las
bacinillas… Aquellos que saben de lo que hablo, saben que una buena medida
sería crear toda una gama de productos, que a base de sacarosa y mucho amor,
llevasen a un buen sueño a aquellos que sólo necesitan un poco de afecto,
cariño y atención… Los de Atención Praria se lo saben mejor que yo… Podría
ser una respuesta aginativa…
A volar con IBERIA…
Y siempre PONLE FRENO…
pedro aparicio pérez
director de prnoticias.com
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