Su menor consumo ha hecho que se coloquen entre los favoritos a la hora de incorar nuevos vehículos a sus flotas. En este sentido, casi una cuarta parte de las compañías españolas cuenta ya con, al menos, un vehículo eficiente en su flota. Entre sus ventajas se encuentran el ahorro fiscal derivado de la exención total o parcial del puesto de matriculación, la agen de una compañía comprometida y, su puesto, su menor consumo de carburante y contaminación.
Cada vez son más las empresas que apuestan vehículos con etiqueta de bajo consumo, representando hoy hoy la alternativa preferida y más realista para sus flotas. Según el III edición del Observador del Vehículo de Empresa (CVO) promovido Arval, compañía de renting perteneciente al grupo BNP Paribas, el 12% (frente al 14% de las europeas) reconoce contar con coches de consumo eficiente (Eco2, Econetic, Bluetec, etc.), mientras que apenas un reducido centaje dispone de híbridos (2%) o eléctricos (2%) en su parque de vehículos.
A pesar de todo, el futuro será de los eléctricos. Así lo demuestra el mencionado estudio, donde se revela cómo cada vez son más las empresas españolas que comienzan a apostar renovar sus flotas con este tipo de automóviles enchufables. Si bien el uso de estas tecnologías más innovadoras representa todavía una alternativa de futuro para el sector empresarial español, parecen estar ganando adeptos gracias a iniciativas como el Plan Movele y, dentro de éste, el recién presentado Plan Integral del Vehículo Eléctrico.
Así, el 21% de las compañías españolas incorará vehículos eléctricos a sus flotas en los próxos tres años (frente al 13% del año anterior), mientras que un 30% optará la opción más segura que representan los modelos híbridos, frente al 24% que el año pasado aseguró que se sumaría a esta moda híbrida en un plazo corto de tiempo.
EL PRECIO Y AUTONOMÍA, SIGUEN SIENDO LAS GRANDES BARRERAS
No obstante, las empresas reconocen que las tecnologías eléctricas deberán superar todavía ciertas barreras para convertirse en una opción a tener en cuenta. De esta forma, casi siete de cada diez consideran que su elevado precio es un inconveniente, mientras que su escasa autonomía o insuficiente red de estaciones de servicio constituyen un factor disuasorio para seis de cada diez.
Por su parte, el 51% de las empresas considera un obstáculo para la plantación del vehículo eléctrico la falta de modelos adecuados para su negocio debido a la escasa oferta existente, siendo la desconfianza sobre su seguridad técnica otra traba para adquirir este tipo de coches para un 38% de los encuestados.
LA CRISIS HACE QUE SE ESTIRE LA VIDA ÚTIL DEL VEHÍCULO
¿Cómo está afectando la actual situación económica? El informe revela que la cuarta parte de las empresas reconoce haber estirado al máxo la vida útil de sus vehículos en este últo año, principalmente, de aquellos relacionados directamente con la actividad de la compañía como son los comerciales ligeros. Según el CVO, las compañías aumentaron la duración media de los contratos de alquiler de sus furgonetas hasta los 64 meses, mientras que en el caso de los turismos se incrementó hasta los 58 meses.
Esta flexibilidad ha puesto de manifiesto el valor ‘refugio’ del renting como método de financiación para acceder a un vehículo en tiempos de crisis, hasta el punto de que sólo un 19% de las empresas se plantea comprar antes que alquilar. De hecho, el 51% de las compañías considera el coste total de utilización (TCO) como el principal criterio para la incoración de nuevos vehículos a sus flotas.
No obstante, el estudio constata que siguen siendo las grandes empresas españolas (63%), muy enca de las europeas, las que más apuestan externalizar la gestión de las flotas a través del renting, frente a las pymes que parecen seguir recurriendo a la compra directa (36%), fuertemente arraigada en nuestro país, y el leasing (34%).
