La Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) ha cuestionado las nuevas normas de competencias aprobadas la Comisión Europea para el sector del automóvil. En este sentido, considera que se pra el servicio ‘low cost’ y perjudica el valor residual de los vehículos.
Faconauto asegura que la CE ha retrocedido diez años y que ha hecho ‘caso omiso’ a la resolución del pleno del Parlamento Europeo del 6 de mayo en la que se instaba a la Comisión a adoptar un marco regulador que garantizada la independencia de las pymes de las redes de distribución en relación a los fabricantes y evitara abusos de posición.
‘La nueva norma de la CE es un duro golpe para las redes de concesionarios’, asegura Antonio RomeroHaupold, presidente de la patronal. Aquí, señala que pierden toda la protección que tenían frente a las marcas y que les deja en una situación que es equiparable a la de hace una década. ‘Los empresarios no podemos estar expuestos a cambios tan radicales; necesitamos un míno de estabilidad en el marco jurídico y operativo’, afirma.
La patronal da a conocer que el nuevo reglamento prescinde de las disposiciones que evitaban la indefensión de los concesionarios, como las cláusulas relativas a los distribuidores multarca, el preaviso de resolución de contrato, la duración de éste, los litigios o el traspaso de empresas dentro de las redes de concesionarios. Igualmente, aseguran que la norma tampoco splifica las condiciones para el traspaso de empresas.
En este sentido, la patronal de los concesionarios considera que la Comisión debería hacer un seguiento del las condiciones de la competencia en la distribución de automóviles durante el periodo transitorio de tres años recogidos el nuevo reglamento para evitar que se produzcan situaciones abusivas.
Respecto a la posventa, considera que, efectivamente, se aumentará la competencia, pero que seguirá siendo el cliente el que tenga la últa palabra. Aquí, señalan que ‘tendrá que elegir entre un servicio de calidad, tecnológicamente al día, profesional, capaz de garantizar la seguridad, la calidad, la adecuación medioambiental y la solvencia, o un modelo ‘low cost’ que perjudica además claramente el valor residual de los vehículos’.
