Envejecemos que nos oxidamos. La consecuencia directa de la acción de los radicales libres es el envejeciento celular que acelera el desgaste de las células y tejidos. Sufren especial daño el endotelio vascular, la neurona y el tejido cutáneo. Estas han sido algunas de las conclusiones que sean podido escuchar en el Seminario Minute Maid para medios de comunicación celebrado en La Granja de San Ildefonso.
Avalado la Academia Española de Dermatología y Venereología, la ANIS y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, la oxidación de los tejidos nos permite diferenciar entre la edad verdadera de los individuos y la que tienen los tejidos y órganos. Los alentos ricos en antioxidantes permiten luchar contra los radicales libres que aumentan los efectos del envejeciento. Según los expertos reunidos en La Granja, el estrés, el sobrepeso, el tabaquismo y la exposición prolongada al sol son los elementos que habría que evitar para mantenerse biológicamente joven.
El tejido cutáneo es la prera señal visible que muestra este envejeciento. La oxidación en la piel está plicada en el desarrollo de tumores malignos en las tres fases al modificarse el ADN celular. Además, la mala alentación está provocando enfermedades cardiovasculares derivadas del sobrepeso, afectando al endotelio vascular y tanto, al corazón.
La alentación con antioxidantes se muestra como una de las herramientas básicas para luchar contra este estrés oxidativo. La ingesta de alentos ricos en antioxidantes permite que aflore la sinergia de acción que se produce entre las sustancias. Entre estos alentos nos encontramos los polifenoles, aunque existe una relación directa entre su actividad frente a la oxidación y su estructura química, de tal manera que no todos los alentos tienen poder antioxidante ni en la misma manera.
La ingesta de café, té verde, verduras, frutas y vino tinto (este últo con moderación) prevendría enfermedades cardiovasculares, potenciaría la actividad antiinflamatoria, evitaría la obesidad, la diabetes, se prevendría el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. El elixir de la eterna juventud la encontramos en forma de alentos.
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