- El periodista y escritor Juan José Millás estrena para Canal + ‘El prer día del resto de mi vida’, un espacio de entrevistas en el que los protagonistas hablan de los momentos más intensos de su vida en un tono relajado.
¿Cuál fue el prer día del resto de tu vida?
Uno de los días que reconozco como uno de los preros días de mi vida es el día que me traslade de Valencia a Madrid con mi familia, yo tenía 6 años. Ese traslado constituyó un corte muy tante. Fue pasar de todo lo que significa el mediterráneo, con su temperatura, su luz, su mar… a llegar a vivir a una ciudad, que era el Madrid de los años 50. Un Madrid bastante inhóspito, frío, donde no había mar, cosa incomprensible desde la perspectiva de un niño, y donde había una cosa de la que hasta entonces no habíamos tenido noticia, que eran los sabañones.
¿Crees que todo el mundo tiene un momento intenso que define el resto de su vida?
Salvo casos muy excepcionales, donde ha habido un aconteciento muy trágico o muy luminoso, todos tenemos varios preros días. De hecho cada día es el prer día del resto de nuestra vida. Hay acontecientos que son mejores, como si pusieran el reloj a cero, pero casos excepcionales hay pocos.
¿Cómo se consigue que el entrevistado se desnude y su historia atraviese la pantalla? ¿La comida ayuda?
Yo creo que sí, la condición que puse de que se hicieran las entrevistas mientras comíamos relaja mucho el ambiente. Además, la comida ofrece un plus de emoción. La comida se convierte a lo largo de la entrevista en una especie de trama secundaria. Llega un momento en el que el entrevistado se olvida de que está delante de las cámaras. Tenemos la ventaja de que podemos editar las entrevistas, de manera que yo siempre las hago más largas de lo que son en realidad para quitar esos espacios que son como un ejercicio de dedos, en el que el invitado y yo mismo nos olvidamos de que estamos delante de las cámaras.
De las entrevistas que has hecho hasta ahora en el programa ¿con cuál te quedas? ¿A qué personaje has redescubierto?
Me han gustado todas. Especialmente me gusta la de Boris Izaguirre, que aparece un Boris muy diferente al que ve la gente. Es un Boris nada frívolo y que reflexiona muy sensatamente y muy seriamente sobre su identidad sexual, entre otras cosas, que también hay una reflexión muy interesante sobre la muerte a través de la muerte de personas que han sido tantes para él. Me gusta mucho la de Juan Diego Boto que tiene una intensidad dramática grande cuando recuerda el modo en el que se ha relacionado con un padre al que no ha conocido, con un padre fantasma. Y me ha gustado mucho la entrevista que hemos hecho con Emilio Gavira, que es un enano actor que trabajó en El milagro de P. Tinto. Es un personaje de una bondad excepcional y que cuenta sin énfasis alguno, con una naturalidad que pone los pelos de punta, el día que descubre que es enano.
Pero todavía quedan hacer algunas de las que espero mucho. Por ejemplo esta semana haré una entrevista con Enric Marco, el hombre que fingió haber permanecido durante mucho tiempo en un campo de concentración nazi y que se descubrió después de unos años que era falso. Es un tipo que me parece muy interesante. Creo que el tono medio de las 8 entrevistas que finalmente se van a emitir va a ser alto.
¿Preras sensaciones con tu nuevo programa?
Son muy buenas, hemos recibido muchas felicitaciones y críticas excelentes. Yo creo que en gran medida ha sido la falta de pretensiones del espacio, splemente hemos colocado a dos personas hablando, que es el espectáculo más antiguo y de mayor éxito.
¿Qué ingredientes de Juan José Millás, periodista y escritor, veremos en el programa?
Yo adopto una posición de persona curiosa. Cuando estoy en alguna de estas situaciones, en las que tienes que compartir un tiempo con alguien a quien no conoces, como en un avión o un taxi, siempre me interesa más saber de su vida que contarle la mía, me produce una curiosidad enorme. Sospecho que es también lo que busca el espectador, y procuro estar atento a lo que dice el entrevistado para poder hacer la contrapregunta. Muchas veces el problema de las entrevistas es que el entrevistador lleva un guión muy rígido y no atiende tanto a las respuestas como al orden de sus propias preguntas. De mí pongo la curiosidad. A mí me encanta sentarme en una cafetería e aginar cómo serán las vidas de las personas que pasan delante de mí, cómo se ganan la vida, si tienen hijos, si están casados… En este espacio despliego esta curiosidad.
En la época de la televisión espectáculo, ¿crees que este tipo de programas tendrán mayor cabida en una televisión mas segmentada?
La fragmentación de las audiencias redunda en favor de este tipo de espacios pequeños, con pocas pretensiones y que en cierto modo viven de espaldas a la audiencia, que no la necesitan. Sobre todo en el caso nuestro que se emite en la televisión de pago, que no vive de la publicidad como la generalista. En este tipo de televisiones se busca el producto raro, la delicatesen, un tipo de espacios que en la televisión del futuro destacarán que ya no se buscarán las grandes masas si no los nichos de espectadores a los que no satisface la televisión generalista. Por ejemplo las que hoy conocemos como grandes series de la televisión, como Los Soprano o Mad Men, no son series que tengan grandes audiencias, aunque han tenido un gran reconociento la crítica.
Después de una pecable trayectoria literaria ¿Qué te lleva a dar el salto a la televisión?
Yo llevaba haciendo cosas para Canal + desde hace años, como una serie de retajes con los que me lo pasé muy bien. Esto forma parte de la curiosidad que tengo todo. Yo si tengo la otunidad de experentar un medio nuevo, no la rechazo. Estuvos dándole vueltas a qué otras cosas podíamos hacer después de esos retajes y se nos ocurrió esta fórmula, que era muy sencilla, muy económica, y a que al mismo tiempo nos parecía que era muy espectacular.
Por últo, ¿Qué objetivos esperas cumplir con ‘El prer día del resto de mi vida’?
Espero que al espectador le sirva para reflexionar un poco acerca de su propia existencia.
Seguiremos informando…
