Diga lo que diga Pepiño Blanco, Tomás Gómez, es un buen candidato para disputar la Comunidad a Esperanza Aguirre. Aunque lo tiene muy difícil. Le falta fuerza y notoriedad, y no es tan conocido como otros posibles nombres que suenan, Rubalcaba, Trinidad Jénez, Ángel Gabilondo y otros, pero no nos engañemos, el paso un ministerio no garantiza la victoria. Ni siquiera el supuesto carisma o notoriedad que se atribuye a ciertos políticos. ¿O es que Aznar era la alegría de la huerta cuando se presentó como diputado Ávila en 1982 con su loden verde, su pelo engominado y su CocaCola en la mano? Era la tristeza personificada. Pero su trabajo continuado a pie de calle, su tesón y perseverancia le acabaron llevando al Palacio de la Moncloa. También Alberto Ruiz Gallardón forjó su futuro político durante años en las tribunas de la oposición en el viejo caserón de la Asamblea de Madrid en la calle San Bernardo hasta que consiguió derrotar a Joaquín Leguina. Lo sabe Tomás Gómez y eso sigue trabajando para demostrar que ese es el camino a seguir. Y Ferraz debería recordar cuántos relumbrones han perdido su estrella en Madrid. Qué flaca es la memoria. Pero los gestos son sangrantes. El últo encontronazo con Pepe Blanco se saldó con la llamada a capítulo desde Ferraz y la recogida de velas de Tomás Gómez. Se zanjó la polémica aplazando ambas partes el debate hasta el otoño. Tomás Gómez ha respetado el pacto sabiendo que en Ferraz no convence, pero no se achanta y sigue reivindicando su candidatura sin salirse del guión. En el últo comité regional proclamó que “no es momento de achicarse, sino de sacar pecho, que enfrente no hay nada, están las cavernas, el pasado y la injusticia. Lo tante no es vencer sino convencer de lo que estamos haciendo”. ¿A quién está retratando, a la derecha o a su propio partido? A buen entendedor… El proceso de elección de candidatos no está abierto, pero en Sevilla ya han proclamado a Juan Espadas candidato al ayuntamiento para sustituir a Sánchez Monteseirín. Y Pepe Blanco se la ha vuelto a jugar apoyando públicamente a Manuel Vázquez como candidato a la presidencia de la Xunta ¡Para unas elecciones en 2013! Otro desaire que suma y sigue. Por más que insista en que el PSM y no Ferraz elegirá a los candidatos, todos los indicios van otro lado. Y no se lo merece. Ni él, ni el tavoz municipal, David Lucas. La tierra es para el que la trabaja.
Alberto Castillo
Director de Gente en Madrid