29/06/2010 ENTREVISTA PRLATAM (Actualizada) Ayer se cumplió un año del golpe de Estado que derrocó del poder a Manuel Zelaya en Honduras. prlatam ha hablado con Humberto Alexis Quiroz, gestor organizacional del Comité para la Libre Expresión (CLibre), el único organismo existente en el país centroamericano para la protección de los periodistas.
¿Qué valoración haría de este año en cuanto a la situación del periodismo y la libertad de expresión en el país?
Estamos en un estado de indefensión e punidad y esto se ve en las crecientes violaciones a la libertad de expresión, a la libertad de pensamiento y al ejercicio periodístico. Se han incrementado los niveles de censura y la autocensura es bastante crítica también que los medios del país son propiedad de personas o grupos empresariales que tienen mucha influencia y vínculos políticos y económicos. Los periodistas se autocensuran para seguir la línea editorial. Además, la división existente en el país derivada del golpe de Estado se refleja también en el gremio periodístico. Se están emitiendo especiales en relación al golpe de Estado, pero están mostrando una línea de información igual a la mostrada en junio de 2009. No hay pluralidad. La valoración internacional es que es un país complicado para ejercer el periodismo.
En relación a esas coberturas del aniversario del golpe de Estado, ¿hay información sobre ataques a periodistas?
El día amaneció con transmisiones de ambos bandos. Hay especiales en algunas cadenas pro golpe y también hay medios que están cubriendo las marchas programadas hoy los movientos de resistencia. Lo que estamos viendo en este sentido es la militarización de algunas ciudades del país, como ejemplo en San Pedro Sula. Todavía no hay informaciones de incidentes ni de violencia durante las manifestaciones. Ni tampoco de que ningún medio o profesional esté siendo censurado sus retransmisiones.
A día de hoy, ¿cuál es la realidad en la que trabajan los profesionales del gremio?
Es una situación alarmante y delicada. Los crímenes son lamentablemente una moda. Día a día vemos en los medios nuevos asesinatos no sólo de periodistas. Ocurren muertes en forma masiva y el gremio periodístico no está escapando a esta violencia generalizada la que atraviesa el país con el agravante de que son las personas que hacen visible lo que está ocurriendo, que se dedican a informar de forma plural y objetiva para que la población pueda tomar decisiones en base a esta información. Por eso, los periodistas están sufriendo ataques casi cualquier causa. En los 80 cuando teníamos la guerrilla en la frontera con El Salvador o con Nicaragua había censura contra el ejercicio periodístico pero nunca violencia. Ahora nos sentos desprotegidos; nos sentos en un ambiente de punidad y de indefensión. No sabemos cómo actuar, no sabemos qué hacer ni cómo hacerlo que asumos un total riesgo.
¿Esta violencia va dirigida contra periodistas de algún bando en concreto?
La verdad es que es indistinta. La semana pasada hacíamos una valoración de las personas que han fallecido. Analizamos su activismo político y la línea editorial de los medios en los que estaban trabajando. Hay periodistas fallecidos del denominado moviento de Camisas Blancas, es decir pro golpe, y también periodistas que han apoyado el moviento de resistencia del país.
Porfirio Lobo prometió crear una Comisión Internacional para el esclareciento de los crímenes contra reteros. ¿Hay avances en este sentido?
En este momento no tengo información sobre esta situación. Fue una promesa que hizo el Presidente, pero lo vemos como algo teórico. Quizás se esté gestando algo pero no tengo información que me ayude a valorarlo.
¿Se ha esclarecido alguno de los asesinatos a periodistas?
A día de hoy no contamos con ninguna información que nos haga ver que se haya resuelto ninguno de los crímenes. El único donde se supone que se mostraron algunos avances de forma pública fue en el caso de Georgino Orellana, donde se detuvo a alguno de los plicados pero al final salieron libres. Pero no sentos que se esté siguiendo un proceso científico ni estamos recibiendo ninguna información de cómo se están solucionando las investigaciones o mayores detalles que nos hagan valorar que se están llevando a cabo procesos objetivos y confiables.
Seguiremos informando…
