Millones de personas se hipnotizan frente a la pantalla y habitan durante un mes el Universo Fútbol, un sitio mágico capaz de detener completamente un país. El mundial es el espectáculo excelencia y la pasión del fútbol se contagia toda América; el éxito detivo de las selecciones del nuevo mundo se combina con el aumento de las audiencias y el avance de la tecnología.
El mundial 2.0 está en marcha. Diego Forlán comunica las novedades de Uruguay desde Facebook o Twiteer, ágenes y textos que se transforman en noticias. Los seguidores que acuden a los estadios para alentar a cada selección atan fragmentos de realidad desde la red de redes, los medios narran el segundo a segundo de cada partido.
Según la FIFA la audiencia global de los 64 partidos de Sudáfrica 2010 llegará a 26 mil millones de espectadores en todo el planeta. La cobertura supera la de todos los toos anteriores con la presencia de 3.000 periodistas de prensa escrita y de páginas digitales, novecientos fotógrafos y 15.000 profesionales de radio y televisión, con un total de 179 empresas con derechos televisivos.
La cantidad de “periodistas digitales” ha aumentado considerablemente en 2010. Las principales cabeceras americanas también han apostado reforzar la cobertura en Intet y han enviado equipos completos de redactores, editores y cámaras que trabajan exclusivamente para la versión web, aunque la tendencia general es que los profesionales produzcan coordinadamente para el digital y el papel. Algunos enviados también tienen la misión de publicar columnas en Blogs, Twitter, Facebook y otras redes sociales.
Hace 60 años la radio reinaba en el salón de los hogares más pudientes y la familia se reunía alrededor del receptor, todos atentos a la voz del narrador que televisaba con la palabra. En 2010, las idas y venidas del balón pueden seguirse en tres densiones o alta definición en televisión y la narración minuto a minuto de los tales aterriza en móviles, IPods, Ipads o cualquier dispositivo con conexión a Intet.
Todo este despliegue de medios y tecnología se produce que hay audiencia, interés y negocio. Cuando juega la seleção Brasil se detiene. El Banco Central autorizó a las instituciones financieras a modificar los horarios de atención al público durante el mundial, las tiendas, cines y centros comerciales permanecen cerrados cuando hay partidos y la economía literalmente se paraliza para seguir los encuentros partido televisión.
En México, solo la cadena Televisa envió 200 profesionales a Sudáfrica para realizar la retransmisión de televisión, fueron necesarios cinco contenedores para trasladar los equipos de últa generación que posibilitan emitir en alta definición y montar un estudio de 200 metros cuadrados.
En Estados Unidos, el interés el fútbol soccer era más bien discreto, aunque este mundial parece ser una excepción. El prer partido de la selección estadounidense fue seguido 17,1 millones de espectadores en ABC, convirtiendo el encuentro en el de mayor audiencia de la historia para este tipo de dete.
Durante los preros partidos de este Mundial, ESPN y ABC han conseguido una media de 4,95 millones de seguidores, doblando la audiencia lograda durante el mismo periodo en el Mundial de Alemania 2006. Los americanos están viviendo todo un boom con este dete, que de repente ha pasado de estar denostado a ser la últa moda.
Argentina, Chile, Paraguay, Honduras, son países que vibran, sufren y disfrutan con el fútbol. Las ciudades quedan vacías cuando compiten sus selecciones y se llenan de algarabía a la hora de festejar los triunfos conseguidos hasta ahora.
Como en otros casos, el dete se coloca a la cabeza de la innovación y el uso de tecnología, en este caso en la transmisión de contenidos. El mundial demuestra que el público tiene interés y los medios apuestan la información multiplataforma.
Aún resta saber si la ecuación económica es favorable, si hay negocio. Más adelante, los directores podrán analizar cómo aplicar estos formatos digitales a las noticias de todos los días.
Carlos González
Periodista