Día de huelga. Colapso en Madrid. Colas y más colas para poder llegar a los puestos de trabajo. Un laboratorio presenta una nueva unidad de tratamiento con innovadores investigaciones. Una agencia que le lleva la comunicación. El CAOS se apodera del laboratorio. Nadie puede ir a la convocatoria.
Parece una historia de terror. La peor pesadilla para un cliente y más si se tiene algo tante y novedoso que contar. Esta agencia no sólo ha elegido el peor día para convocar a la prensa, sino que además, ha tenido que ser el departamento de comunicación del propio Laboratorio el que le sacara las castañas del fuego. Hasta media hora antes de la convocatoria, el propio cliente tuvo que llamar uno a uno a los periodistas y ofrecerles la posibilidad de acudir en taxi a la rueda de prensa.
Vamos, que el laboratorio tuvo que hacer el trabajo de la consultora, y enca pagar un acto mal organizado, con poca asistencia y casi nada de repercusión posterior. ¿Vale la pena? Eso mismo se debe estar preguntando el Dircom en cuestión, que ve como su presupuesto disminuye (al contrario que sus responsabilidades y carga de trabajo), mientras algunos product manager lo despilfarran en acciones de comunicación sin sentido.
Los murciélagos nunca duermen…