Con el título ‘Convirtiendo a la industria Farmacéutica en un motor de desarrollo económico y social‘ se presentó en sociedad el Informe MoyaAngeler sobre la industria farmacéutica en España. En él se han analizado diversos aspectos, sobre todo, cómo influye la I+D+i farmacéutica en el desarrollo económico de un país. Y es que, el coste económico de las bajas laborales y enfermedades de un país cada vez más envejecido hacen de la salud un elemento necesario para ser mejorado. Para ello es necesaria la Industria Farmacéutica ya que además de innovar en mejores fármacos para la salud, es una fuente de empleo y generadora de bienestar.
Del informe se puede descubrir que la farmacéutica es una industria innovadora que contribuye a generar conociento, lo que puede llevar a dar el salto cualitativo en I+D+i. Esto se conseguiría estableciendo los incentivos necesarios y estulando la difusión de la tecnología a través de mecanismos efectivos en la colaboración públicoprivada. De ahí la necesidad del partenariado entre administraciones e industria.
Según los participantes en este informe, España debe poner todos los medios a su alcance para evolucionar desde un tejido productivo basado en la industria tradicional y en sectores con baja productividad hacia un modelo en el que la innovación y los sectores de alto valor añadido constituyan un motor de creciento económico. Es aquí donde la Industria Farmacéutica juega un papel tante ser un sector eminentemente innovador.
El pulso al desarrollo requiere que los agentes públicos, Gobierno Central y Comunidades Autónomas, así como la industria y los agentes sociales, trabajen conjuntamente en un modelo que permita desarrollar los elementos facilitadores y superar los obstáculos existentes. Y sobre todo, que estas sinergias permitan la sostenibilidad del sistema sanitario, tan debilitado últamente. Para ello, es necesario que se analice el sistema en su conjunto y no sólo se apliquen medidas de contención del gasto en los medicamentos, que son éstos los que mejoran la calidad de vida de los pacientes.
La sostenibilidad ha de realizarse equilibrando los intereses públicos y privados, promoviendo hábitos de vida saludable entre los ciudadanos, utilizando racionalmente los medicamentos. Es decir, hay que involucrar a todos los agentes plicados en el sistema sanitario entre los que se encuentran los pacientes y médicos.
El Informe MoyaAngeler concluye que el diálogo entre todos los agentes resultante de dicho partenariado puede dar lugar a un marco de actuación para el sector que permita sultáneamente la disponibilidad de los medicamentos más innovadores y su adecuada utilización, el fomento de una actividad investigadora fuerte, la sostenibilidad del sistema sanitario y el fomento de una industria biomédica farmacéutica dinámica, capaz de responder ágilmente a los retos del mercado.
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