- La últa semana el Gobierno ha emprendido una ofensiva brutal contra los anuncios de contactos en prensa. El objetivo es debilitar la posición de AEDE y negociar el míno posible para su elinación.
El Ejecutivo ha lanzado la mayor ofensiva contra los anuncios de prostitución en prensa y lo ha hecho desde todos los flancos. Zapatero dio el pistoletazo de salida en el Debate del estado de la Nación señalando que una de las prioridades del Gobierno era prohibirlos cuanto antes. y a partir de ahí, con el tema instalado en el aginario colectivo, ha comenzado una campaña multisote con anuncios publicitarios, detenciones policiales y la ayuda de un par de periódicos –La Razón y 20 Minutos que alegremente han prestado sus páginas para la cruzada gubernamental.
El objetivo no es otro que debilitar al máxo la postura de la Asociación de Editores españoles (AEDE) para tener que transar lo míno en la negociación final para elinar los anuncios de contactos. La semana pasada se realizó la mayor detención de una mafia de explotación sexual de mujeres, organización que coincidentemente era responsable del 50% de los anuncios colocados en prensa diaria.
Esta misma mañana 20 Minutos nos ha recordado además que la mayoría de estos anuncios siguen apareciendo a pesar de la detención –nos aginamos que que los tendrán contratados todo lo que queda de mes, aunque también advierten de que la red de proxenetas también tenía intención de trasladar sus anuncios hacia intet después del anuncio de ZP de prohibirlos en prensa en papel.
Ello en medio tenemos una encuesta que publicó la semana pasada La Razón señalando que el 80% de sus encuestados están en desacuerdo con este tipo de anuncios en prensa, y una campaña institucional que aboga el combate contra las mafias de la prostitución. Argumentos para desmontar a los negociadores de la AEDE que todavía piden compensaciones y una transición ordenada hasta el fin de los anuncios de prostitución.
Desde hace varios meses Moncloa tiene enca de la mesa una propuesta de la AEDE para reducir los reclamos de contactos de una manera gradual. Al principio se prohibirían los anuncios con fotografías y luego los textos más explícitos. Así se podría ir paliando el efecto de la crisis en los diarios y todos ganarían. No obstante, Zapatero se niega en rotundo a esta opción y menos después sus declaraciones en el Congreso de los Diputados. No habrá transición ni medidas intermedias, los anuncios deben desaparecer.
Ante esta decisión a los editores de prensa diaria sólo les queda hacer llamamientos estériles a la libertad de expresión y publicidad y quizás pedir una compensación económica en forma de las postergadas ayudas a la prensa. No obstante, desde estas mismas páginas os hemos señalado que hace tiempo que el Ejecutivo descartó dar ayudas monetarias a los diarios y menos en un momento de ajustes presupuestarios. Complicada negociación.
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