ACTUALIZADA A LAS 13.50 Pese a las advertencias del Pentágono, que acusa a Wikileaks de irresponsabilidad, Julian Assange asegura que seguirá haciendo públicos los documentos clasificados sobre Afganistán.
La página de filtraciones periodísticas Wikileaks ha publicado 92.000 documentos clasificados en los que se revela la identidad de cientos de colaboradores de la colación de Afganistán, lo que según RSF entraña un grave peligro.
La red social de las filtraciones regentada Julian Assange ha abierto el eterno debate que surge cuando se enfrentan seguridad y libre información. Wikileaks filtró 90.000 documentos militares estadounidenses clasificados sobre la guerra contra los talibanes en Afganistán, lo que según el tavoz del Pentágono Geoff Morrell amenaza la seguridad de los soldados de Estados Unidos, la de sus aliados y la de los ciudadanos afganos que colaboran con ellos. Morrell ha pedido a Assange que borre los documentos publicados y devuelva los hasta 15.000 que aún no se han difundido.
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Entre estos documentos hay nombres de fuentes, identidades de soldados y métodos operativos a los que los talibanes pueden acceder con facilidad. JeanFrançois Julliard, Secretario General de Reteros sin Fronteras, y Clothilde Le Coz, Representante de RSF en Washington DC, han dirigido una carta a Julian Assange denunciando la ‘increíble irresponsabilidad’ que supone publicar este tipo de información y han resaltado que los talibanes y otros grupos armados pueden utilizarlos para hacer listas negras.
Reteros Sin Fronteras alaba la labor que Wikileaks ha hecho en otras ocasiones al filtrar ejemplo en abril el vídeo de la masacre de doce civiles a manos del ejército estadounidense en Bagdad. También reconoce el trabajo útil de la página al poner en conociento del público información que revelaba los graves ataques a los derechos humanos y a las libertades públicas de la administración Bush en nombre de la ‘guerra contra el terrorismo’. Pero en esta ocasión, tal y como destaca la organización, ha puesto en peligro a distintos colaboradores cuando además una de sus principales premisas es la protección de sus propias fuentes. Por eso piden que rinda cuenta sobre su conducta y no vuelva a cometer los mismos errores.
Pese a las presiones, Julian Assange ha asegurado que seguirá adelante con las filtraciones. De este modo mantiene su plan de publicar los hasta 15.000 documentos secretos estadounidenses sobre la guerra en Afganistán que tiene en su poder.
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