La genética se ha colado en nuestras vidas. Series de televisión como CSI, Bones, o Dexter, todas ellas de factura norteamericana, han hecho que el público esté cada vez más familiarizado con la genética, y ha abierto para muchos la posibilidad de emplear las técnicas de los CSI para encontrar asesinos, en técnicas para encontrar enfermedades. La gente ha entendido la efectividad de los análisis genéticos, y ahora todo el mundo quiere saber más.
Sin embargo, que los consumidores estén más familiarizados con los test genéticos, no significa que sean capaces de entender una prueba de este tipo. Esta es, precisamente, la llamada de atención que ha hecho el doctor James P. Evans, genetista de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos en su artículo, titulado ‘Preparando al consumidor para entrar en la era genómica’, recogido en la últa edición del New England Journal of Medicine
Saber qué riesgo de padecer cáncer de mama, qué posibilidades de sufrir alopecia, o el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, son algunas de las promesas de los anuncios de test genéticos que se han generalizado en televisiones, radios, y páginas de Intet y revistas de Estados Unidos.
La posibilidad de adquirir el ‘kit de análisis’ está al alcance de cualquier norteamericano, y gracias a Intet, a la de cualquier ciudadano del mundo. El problema para Evans no es el análisis genético, sino la información que prociona y las expectativas que genera su publicidad. ‘Los consumidores deberían estar protegidos de las expectativas poco realistas y de la posible malinterpretación de las pruebas genéticas’ ha advertido el genetista en su artículo‘ alerta el genetista.
El problema parece ser de difícil solución. Además, este mismo genetista señala que ‘no hay pruebas de que estos test sean fiables al cien cien’, y de hecho, el Congreso Estadounidense ya está investigando a varios laboratorios que ofrecen estos servicios. Por otro lado, son muchas las voces, incluida la de Evans, las que apuntan a la FDA (Food and Drugs Administration) como responsable de la falta de una regulación específica respecto a la comercialización y publicidad de estas pruebas, y consiguiente, los peligros que pueden entrañar para muchos Pacientes.
Los test genéticos son, según los expertos médicos, ‘una herramienta de diagnóstico muy útil para los profesionales sanitarios’. Sin embargo, el acceso a estas pruebas de una manera autónoma parte del Paciente lita las funciones del propio médico. De este modo, Evans alerta que ‘en el futuro, podría ocurrir que el papel principal de los profesionales sanitarios fuera el de interpretar los resultados de los test genéticos domésticos de sus pacientes y en darles las pautas adecuadas a seguir para comprenderlos’.
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