La DGT se ha propuesto que los extranjeros que sobrepasen el límite de velocidad y paguen la prudencia. Hasta el momento se libraban que el conductor no podía ser identificado, ahora deberá pagar en efectivo.
En principio, una buena idea para terminar con la punidad en algunos excesos. Pero Tráfico, «una vez más», ha empezado «a construir la casa el tejado», lamenta Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). El motivo es que se planta este nuevo sistema sin que los conductores puedan pagar las multas con tarjeta de crédito.
En Valencia, la modificación afecta a cuatro radares fijos, dos de ellos en la Comunitat (Ap7, en Castellón y A31, en Alicante). Se trata de un dispositivo para que estos funcionen de manera silar a como operan los dispositivos móviles que maneja directamente la Guardia Civil.
Los fijos captarán la agen y la mandarán al centro de denuncias de León. Hasta aquí es el procediento habitual. La novedad consiste en que ahora desde las modernas instalaciones, una vez se compruebe que la matrícula no corresponde con un vehículo español, se comunicará a la patrulla de la Guardia Civil más cercana para que den el alto al infractor.
¿Y una vez el vehículo esté detenido? Pues entonces, los agentes deberán cobrar la multa… en efectivo. Lo de la tarjeta de crédito todavía no ha llegado a los agentes de la Guardia Civil. La vía que facilitaría el cobro de las multas parte de los conductores de fuera de España también de los españoles permanece casi dos años en el dique seco. No consiste en una cuestión de falta de medios que estos existen desde finales de 2008. Se trata de un dispositivo PDA del que disponen buena parte de las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La idea se puso en marcha con el Proceso de Informatización de Denuncias (Pride).
Al ser los infractores extranjeros, no había forma de identificarlos. La medida, en parte, paliará este problema. Pero lo lógico a la hora de poner en marcha nuevas iniciativas es facilitar el pago y, tanto, el cobro.
Si un extranjero no cuenta con suficiente dinero en efectivo para pagar la multa, deberá acudir a un cajero si quiere continuar su viaje con el vehículo. Lo más grave, según los conductores, es que tras la reforma de la Ley de Tráfico el pasado mes de mayo es obligatorio ofrecer la posibilidad de que se puedan abonar las sanciones con tarjeta. De tal forma que Tráfico, ante su pasividad en este asunto, está incumpliendo su propia reglamentación.