En la Tierra a domingo, noviembre 24, 2024

APRENDER A ESTUDIAR

Se acaba el verano. Algunos padres, afortunados ellos, se lo habrán pasado viendo a sus hijos retozar casi todo el día que han aprobado todo. Esto me ha pasado a mí con alguno de mis hijos; la mitad para ser exacto. Pero no con la otra mitad. De los seis que tengo tres me han suspendido más de una y más de dos.

 

Ha sido un verano duro, pendiente de que los que han suspendido hiciesen sus deberes y estudiasen para que al llegar los exámenes los pasen sin problemas. Lo cierto es que los padres no estamos demasiado preparados para esto, necesitamos ayuda. Nos supera, igual que nos supera el uso que ellos hacen de los ordenadores.

 

Precisamente a finales de agosto, viajando en el metro, me encontré con mi buen amigo Jesús Sanchez, al que levaba un par de meses sin ver. Le comente el tema de las notas de mis hijos y él, enseguida, me empezó a hablar de su actividad, que consiste en ayudar a padres desesperados como yo.

 

Jesús es formador y director de Grupo Teap (www.grupoteap.com) y ha desarrollado una serie de talleres de estudio y desarrollo personal. El proyecto surge de la experiencia de un grupo de profesionales en el campo de la enseñanza de técnicas y estrategias de aprendizaje.

 

Me contaba Jesús que han observado en sus cursos las necesidades que tienen los alumnos que acuden a ellos. Unos presentan déficit en la motivación y en hábitos de estudio, otros tienen más dificultades de autoesta y de uso eficaz del tiempo… en todo caso, todos ellos tienen necesidad de un apoyo y asesoramiento profesional que completan con el trabajo que realizan con los padres, pero no todos necesitan el mismo tipo de “curso de técnicas de estudio”.


Por eso los del Grupo Teap se plantearon una novedosa idea, que propone partir de un análisis de las necesidades de cada alumno y diseñar un plan de trabajo personalizado. Este trabajo se realizará en formato grupal en diversos talleres en los que se solventarán las necesidades detectadas según el plan  propuesto. Cada taller se complementa con otro taller educativo para padres. Y me contaba Jesús que, curiosamente, la mayoría de los padres acuden a ellos, algo que no suele ocurrir en las reuniones habituales de los colegios.

 

Lo prero es realizar un análisis de necesidades, que es esencial tener una evaluación inicial del alumno, que se realiza con dos tipos de pruebas: Un cuestionario de hábitos y estrategias de aprendizaje y una entrevista con el alumno y los padres. El cuestionario evalúa al alumno en las siguientes variables: Motivación, factores personales y ambientales del estudio, planificación, método de estudio, habilidades para hacer trabajos y exámenes. En la entrevista el Grupo Teap contrasta la información obtenida con el cuestionario.

 

Con este breve proceso de evaluación diseñan un plan de trabajo personalizado para el alumno y para el grupo proponiendo su participación en los talleres relativos a aquellas áreas que necesita mejorar. Y gracias a ello se han diseñado varios talleres educativos. Todos ellos se desarrollan con un formato silar: varias sesiones con los alumnos y una con los padres para que ellos refuercen los temas trabajados. Se busca la motivación aprender utilizando el estudio como desarrollo personal. Está indicado para aquellos alumnos que necesiten mejorar su motivación y que quieran convertir el estudio en una actividad más agradable.

 

Hay un taller específico para padres, que es el que yo debería haber hecho tiempo atrás, y quizá ahora me fuesen mejor las cosas con las notas de mis hijos. Porque los padres también tenemos que ser humildes y estar dispuestos a aprender. Se trata de motivar a los hijos hacia el estudio, lograr concentración y conocer los factores que influyen en el estudio. Y la búsqueda de la mejora de la autoesta de los hijos, que es esencial para un buen resultado profesión.

 

La verdad es que Jesús Sánchez tenía mucho más que contar y creo que voy a quedar otro día con él para que me explique todo esto más detenidamente. Como padre tengo la obligación de intentar mejorar los resultados de mis hijos en el colegio, y procurar que sean felices, tanto en clase como fuera de ella. Aprendí mucho, pero no lo suficiente en unas pocas paradas de metro (que pena que el metro de Madrid sea tan rápido, nunca llueve a gusto de todos). Lásta que el viaje fuese tan corto y él tuviese que hacer un transbordo. Nos despedos, pero esto no va a quedar así. Me seguiré informando.

 

JUAN MANUEL ROMERO MARTÍN, ADICCIONES DIGITALES

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