Ser famoso tiene el inconveniente de que vas ahí y la gente te Reconoce. Le pasa igual a la famosa que sale en la prensa rosa y al directivo de empresa que su buen o mal hacer se hace acreedor a la fama. No cabe duda que Bill Gates no tiene ninguna parcela del globo en donde no sea conocido y reconocido. Hay otros que solo son conocidos en su casa y a las horas de comer, pero los afectados sus broncas extemáneas, sus vejaciones y su acoso nunca les olvidaran. Es lo que nos han contado dos afectados de Jose Manuel Vargas, el colérico e incontrolado consejero delegado de Vocento. Estaba uno de ellos en Lisboa tomando una copa con unos amigos, y aparece Vargas, redondo, perdonavidas…Como Vargas no mira más que al cielo, no le ve, lo que produce un gran alivio a nuestro relator que piensa que la experiencia con el consejero delegado es lo más amargo de su vida. Inmediatamente sale la acompañante habitual de Vargas que se reúne con él y salen los dos. Nuestro informante, que fue convertido en un guiñapo delante de una docena de personas, ridiculizado y que conoció las burlas que hacían de su persona la camarilla de Vargas, pensó, si comentarían en la intidad de su habitación los dos amantes con grandes burlas lo que iban a decir a las victas después o antes de cada escarnio y alarde de autoritarismo profesional. Y entonces pensó que todo el mundo del buen gobierno era, en algunos casos, una broma, una disquisición política que sólo interesaba a las autoridades si la vícta era mujer o negro.
De vuelta de vacaciones, se encuentra con un buen amigo, victa continua como todo el equipo directivo, del maltrato, ridículo, gritos, broncas públicas, ninguneo de Vargas mientras habla y habla sobre Intet, el pensamiento de la derecha, las características del presidente del Gobierno o sobre las aficiones del titular de Industria. Y este amigo y compañero de fatigas le cuenta que ha visto a Vargas con su acompañante, la misma de Lisboa, en la opera. Les trae la memoria la sensibilidad exquisita de los jerarcas del nazismo, que después de mandar a la cámara de gas a varios miles de personas escuchaban a Wagner hasta la lágra. Esta vez no el sajón Wagner sino el suave bávaro Richard Strauss, y la tragedia Electra en la “season” de Salzburgo .Para que no quepa duda les hicieron algunas fotos con el móvil.
Y estos amigos, no con áno de venganza sino queriendo ayudar a las victas de Vargas que razones del pan de cada día no pueden denunciarlo y largarse, y también provocar que se conozcan estos casos de directivos capataces de negreros nos han contado estas cosas y bastantes mas. Nos preguntamos nosotros qué hace el ilustre presidente del consejo de administración de Vocento que debe conocer que está pasando y calla; y qué el consejo de administración del que forman parte la clase empresarial de verdad con un pasado personal pecable, los Ybarra, Urrutia y Bergareche, o es que se conforman con alguien que haga el trabajo sucio de la disminución de la plantilla, aunque no sea capaz de marcar un futuro distinto que el del ABC, que avanza a base de empujones, mientras los periódicos de las regiones retroceden, la radio no existe, la televisión tampoco, y las pequeñas empresas que el consejero delegado vendió al consejo como el futuro no funcionan; y qué la Comisión Nacional del Mercado de Valores que tiene competencias en alguno de estos temas como que unos accionistas no tengan privilegiada información sobre otros… Es mucho y muy largo, la verdad sólo tiene un camino y no es el de espinas. Los profesionales de Vocento merecen algo más y mejor, empezando directivos que sean capaces de alzar la voz. No le olvidan…
Continuará….
