Después de revisar más 1.313 estudios científicos un grupo de investigadores internacionales, coordinado la Fundación Maria Wolf, ha hecho público un estudio en el que aseguran que las Terapias No Farmacológicas tienen mayores efectos clínicos positivos en pacientes con Alzheer: mejoran dominios como la cognición, la conducta o el estado de áno, y reducen la carga del cuidador; evitan o posponen el ingreso en residencias; y pueden reducir el coste económico de los cuidados.
Según este grupo de expertos, ningún fármaco ha demostrado hasta la fecha una relación de coste/beneficio tan extraordinaria como los programas de asesoramiento y apoyo al cuidador, que parten de una valoración amplia del paciente y de su entorno sociofamiliar, y ponen en marcha un programa individualizado de educación y utilización de recursos.
Otro hallazgo ha consistido en demostrar que las ‘intervenciones multicomponente’ sobre el enfermo, es decir, intervenciones que incluyen estulación cognitiva, ejercicio físico y otros componentes en distintas prociones, mejoran su capacidad funcional y cognitiva, su estado de áno y reducen la aparición de depresión. Estos beneficios son independientes de que los Pacientes tomen o no los fármacos antiAlzheer habituales.
El proyecto ha sido coordinado un equipo español bicéfalo de la Fundación, constituido el Dr. Javier Olazarán y Rubén Muñiz.