Algo más de la mitad de los españoles que conduce un coche de empresa no ve con buenos ojos el uso de la geolocalización. El estar siempre localizado vía satélite es visto como un ‘exceso de control’ o un síntoma de desconfianza de la empresa hacia el empelado. Así lo indica un estudio de Arval, en donde se revela que el resto de europeos son más ‘comprensivos’ con la compañía y perciben mejor este seguiento.
El estudio ‘Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO)’, promovido Arval y realizado entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en catorce países, constata que los conductores españoles están entre los menos ‘comprensivos’ de Europa con la empresa a la hora de aplicar la geolocalización, ya que sólo uno de cada tres (33%) acepta que ésta tenga localizado el vehículo en todo momento, frente a un 45% de media europea que apoya esta iniciativa.
Esta disparidad de criterios se debe a que los conductores españoles tienen una percepción más negativa que los europeos de los sistemas de geolocalización, al considerarlos como un ‘exceso de control’ o un reflejo de desconfianza, más que como una herramienta de ayuda para optizar las rutas y el gasto de carburante, una de las partidas más gravosas para una empresa ya que representa el 30% del coste total de la flota.
Pero, ¿qué opinan las empresas al respecto? La diferencia es bastante clara y varía según el tamaño de la compañía y el país al que pertenezca. Así, las pymes, que cuentan con menor músculo financiero para aguantar la crisis y deben ajustar más sus costes, muestran un mayor interés toda iniciativa que recorte gastos (principalmente, en los mercados más castigados), mientras que en los países con economías ‘más holgadas’ son las grandes coraciones quienes toman la iniciativa.
Esto explica que casi cuatro de cada diez pymes (39%), frente al 30% de las grandes compañías, se interesen la geolocalización en España, una media muy superior a la mayoría de países de la UE sólo superada la de Grecia (45%) y Portugal (44%), dos de los mercados más azotados la crisis. Consecuentemente, en otros menos castigados, como Francia y Alemania, sólo un 21% y un 26% de las pymes se interesan este sistema.
Si hablamos de grandes empresas las cifras cambian, ya que son éstas las que toman la iniciativa de la geolocalización sobre las pymes en los mercados más fuertes. Así lo muestran los datos de Alemania, donde el 30% de las grandes empresas apuesta la geolocalización, frente el 26% de las pymes; una situación silar sucede en Reino Unido, con el 43% de sus grandes empresas, contra el 36% de sus pymes, o Francia, donde el 25% de las grandes compañías apuesta la geolocalización como medida de optización de gastos, frente al 21% de sus pymes.
