‘Encontrar la felicidad a través del cáncer‘, o ‘10 cambios que ayudan a sentirse mejor‘, ‘serenidad ante la adversidad‘, ‘cómo conseguir la felicidad de los niños’, ‘lucha y coraje en el dete’… son sólo algunos de los temas que se abordarán en Madrid los próxos 19 y 20 de octubre en el Congreso de la Felicidad organizado Coca Cola.
Se contará con la participación de personas de prestigio y conocidas en España como puede ser Eduard Punset, autor de libros como El viaje a la felicidad y El viaje al amor. Estará acompañado de Javier Sábada, científico que ha publicado recientemente la obra ‘La vida buena’, descrito lectores y colegas como ‘un canto al optismo’. También asistirán el ex defensor del menor Javier Urra, autor de libros como ‘Recetas para compartir la felicidad’ y Alejandra VallejoNágera, presidenta del Instituto Coca Cola de la Felicidad y parte del Consejo Asesor de la Fundación Pequeño Deseo. Además, desde California donde es profesora de Psicología en la Universidad, Sonja Lyubormisky, también participará y contará sus ‘fórmulas secretas’ para lograr tener una vida sana y plena, junto con los demás expertos.
Próxamente se habilitará una página web ‘Conoce Coca Cola’ donde se podrán inscribir todos aquellos que deseen asistir al Congreso. La idea es destinar todo el dinero de las inscripciones para la Fundación Pequeño Deseo (FPD) donde su trabajo está claramente definido ‘a veces, cumplir el deseo de un niño es su mejor medicina’.
Los beneficiarios de todo este esfuerzo y dinero son niños o niñas que sufren alguna enfermedad rara, padecen una patología crónica o están en fase terminal, todos entre 4 y 18 años. Para los que trabajan en la FPD saben cual es su objetivo ‘procionarles una alegría que les ayude a sentirse mejor anímicamente’. Y de hecho, quien se mete en la web de la Fundación, podrá leer cartas de niños que han cumplido su deseo. El equipo de prsalud ha encontrado una frase que, quizás, pueda resumir lo que realmente significa esta Fundación para ellos. ‘Sois los señores que consiguen milagros, al menos yo os veo así. Y para mi hermana y para mí sois lo más parecido a Dios. Durante los días que hemos pasado en Disneyland, ni nos hemos acordado de nuestra enfermedad, y hemos sido tan felices que ya no nos ta tenerla’.
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