Estar de guardia las noches en una farmacia abre todo un abanico de posibles y, a veces surrealistas, situaciones. Por desgracia, estas situaciones no siempre son positivas, y la seguridad del farmacéutico debe convertirse en fundamental a la hora de realizar estos turnos de trabajo. Aunque en la actualidad las medidas de seguridad instaladas en las boticas son numerosas, es inevitable que los avances tecnológicos lo inunden todo, como cámaras de seguridad, sensores… en ocasiones es necesario recurrir a otras formas o métodos a la antigua usanza.
Hace aproxadamente cuatro años en la localidad oscense de Jaca diversos sucesos alteraron ‘la vida nocturna’ de las farmacias de guardia. Intentos de robo o presiones para el suministro de algún medicamento a altas horas de la madrugada son algunos de los ejemplos. Ante tal situación, y la preocupación y sensación de inseguridad, los boticarios decidieron tomar medidas extra. Para ello mantuvieron reuniones con la Policía Local y decidieron cambiar la metodología de suministro de medicamento durante esas jornadas nocturnas.
Son las 4 de la mañana y una persona con rinitis alérgica necesita de un fármaco que le ayude a calmar sus síntomas. Pero su prera visita no es a la botica de guardia sino al Ayuntamiento. Allí uno de los efectivos toma nota de sus datos personales, su número de DNI y del medicamento solicitado. Es entonces cuando realiza una llamada a la farmacia y se les informa acerca del suministro solicitado el usuario. Cuando éste llega a la botica en cuestión el farmacéutico ya tiene preparado el producto y a través de una ventana se realiza la entrega y el pago.
Como confirman a prfarmacia desde el COF de Huesca, esta práctica fue circunstancial y en estos momentos ya no es necesaria llevarla a cabo, pero durante meses sirvió como un método sencillo que evito posibles conflictos y que sobre todo ayudó al farmacéutico a poder seguir desarrollando su labor con seguridad.
Seguiremos informando…