23/09/2010 ENTREVISTA PRLATAM Esta semana se conocía la polémica. Salvados no podía viajar a Venezuela para la cobertura de las elecciones del 26S la falta de un visado especial del que el equipo del programa no había sido pertinentemente informado la Embajada de Venezuela en Madrid. La Embajada califica de ‘error’ lo ocurrido, pero ¿qué opina Jordi Évole, conductor del espacio? prlatam ha charlado con El Follonero.
Calificáis lo ocurrido de ‘paranoia conspiratoria’. ¿Qué significa? Significa que ven fantasmas donde no los hay. Cuando hablan de programas que están orquestados dentro de una campaña de Estados Unidos y España para manipular y desinformar de la realidad venezolana y hablan de nosotros en concreto, tienen paranoia conspiratoria. Nosotros no pertenecemos a ninguna campaña de nada, ni contra nadie ni a favor de nadie. Viendo los programas que nosotros hacemos se palpa.
En la Embajada dicen que se trata de un ‘error’ ¿No puede ser cierto? Me encantaría que fuese cierto, pero nosotros llevamos preparando este viaje desde el mes de junio, hablando semanalmente con la Embajada, que al principio estuvieron muy a favor del viaje y yo creo que ellos mismos se han visto desautorizados las autoridades de Caracas o los organismos competentes de su país. Si después de todo ese tiempo, de esas negociaciones, de ese ‘no necesitáis visado’, de conseguir el permiso para grabar en el centro histórico de Caracas con sello de la Presidencia venezolana, que a 48 horas del viaje salga la historia de que necesitamos un visado especial, igual soy un mal pensado y me gustaría que fuera un error de un funcionario, pero creo que tengo motivos para pensar que no es solo un error.
¿Habéis recibido disculpas de la Embajada ese error? No. Lo único que nos dijeron el vies es que no sabían nada del visado especial. Insisto en que no tengo nada en contra del embajador, que en su momento ayudó a que el viaje fuese posible, ni contra el Gobierno venezolano, ni contra Hugo Chávez. Íbamos allí a hacer un programa que quería ser plural. Si se informan de la gente que habíamos contactado, había chavistas y también antichavistas, pero no íbamos a hacer un recorrido Venezuela criticando el chavismo. Estábamos dispuestos a mostrar cosas buenas del chavismo, que estoy convencido que las tiene, pero llegados a este punto que no nos dejan entrar, creo que nuestra obligacion es decirlo. Si la Embajada no hubiera hecho un comunicado, nosotros seguramente no hubiésemos dicho nada del tema. Nos sorprendió que dijeran: ‘no le hemos negado la entrada, pero sí que forman parte de una campaña contra los intereses venezolanos’.
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Ya viajaste en 2007 a Venezuela. ¿Entonces no tuviste ningún problema? Ningún problema. Yo viajé con el pasate ‘pelado’, sin visado. Y pudos entrar no solo en el país, sino en el Palacio de Miraflores. No sé si otros programas que han ido a Venezuela últamente han necesitado ese visado especial.
¿Puede que todo esto esté relacionado con el lío que se montó entonces en relación al protocolo? Puede ser. Splemente llamé la atención del Presidente para decirle: ‘Le traigo un regalo desde España’ y él dijo: ‘No rompa usted el protocolo’. Hasta ahí. Ese fue nuestro diálogo. Que eso pueda provocar que no te dejen entrar en un país, igual sí, pero yo no lo veo tan grave.
¿Tenéis contenidos para sustituir el programa previsto? La verdad es que estamos yendo un poco mal que las planificaciones de los programas son difíciles y muy medidas, pero saldremos para delante. Temas hay. Nos interesa mucho el tema de la inmigración y de los gitanos rumanos, y esta semana vamos a emitir un Salvados en la frontera entre Estados Unidos y México donde también hay un problema de inmigración muy tante. Hemos estado con el Sheriff más ‘facha’ de Estados Unidos, que tiene una cárcel en Fénix al aire libre, con literas, que parece un campo de concentración y que pone ropa rosa a los reclusos y los humilla de una forma bastante evidente. Es un programa duro, con espinas, pero de los que se disfrutan haciendo que tiene un contenido periodístico que no siempre se consigue.
¿Haréis en Salvados alguna mención a todo lo ocurrido? Cualquier otro programa haría un especial a partir de una negativa como la que hemos tenido nosotros, pero no es nuestro estilo y no vamos a hacer mención alguna.
¿Intentarás volver a Venezuela? Sí, que no creo que los países sean la finca privada de nadie. Puedes decidir quién entra en tu casa, pero en tu país no puedes regirte esas normas.
¿A qué se debe el cambio de Salvados a un programa más comprometido? Cada uno acaba buscando su sitio y con lo que se siente más cómodo. Yo vengo del mundo del periodismo, como la mayoría del equipo de Salvados, y dentro de dar una visión irónica y sarcástica de los temas que nos encontramos también nos interesa informar sobre ellos. Que no solo provoquen risa, sino que el espectador viendo el programa se pueda informar y eso el viraje que hemos dado. No abandonamos el humor, la ironía ni el sarcasmo, pero hay programas en los que incoramos el factor periodístico. Nosotros no vamos fuera para enseñar rutas turísticas, sino para intentar profundizar un poco en los temas que escuecen en los países a los que vamos.
¿Has sentido miedo en alguna de las situaciones vividas en los retajes de Cuba y Venezuela? Cuando el incidente en Miraflores, teníamos la sensación de no haber hecho nada fuera de lo común, pero allí les sorprendió mucho. Y cuando varios miembros del Ministerio de Comunicación venezolano te dicen que tengas ‘cuidado con lo que haces’, lo pasas un poco mal. En Cuba no nos paso lo mismo. Pudos hacer todo lo que quisos, a pesar de que conseguir el visado fue un poco complicado. Pero una vez allí, trabajamos con mucha tranquilidad. Podemos decir que en el marcador tenemos un Cuba 1 Venezuela 0.
Seguiremos informando…
