El embarazo es un periodo fisiológico en el que se producen numerosos cambios y en el que se modifican las necesidades nutricionales. Durante el mismo, es tan tante tener una dieta equilibrada como beber la cantidad de líquidos adecuados, dentro de un estilo de vida activo y saludable. Además, la evolución y desarrollo del feto también se verá influenciada un correcto ate de todos los nutrientes y, cómo no, de un adecuado estado de hidratación.
Gracias a una buena hidratación, algunos de los síntomas que se suceden durante el embarazo se alivian o, cuando menos, no empeoran, como es el caso de las gastroenteritis o los vómitos propios del prer trestre. Por eso, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha elaborado un documento de Consenso sobre las Pautas de Hidratación con bebidas con sales minerales, y lo mejor es que las mujeres con diabetes gestacional y las que padecen preeclampsia pueden tomar este tipo de bebidas.
Además, llevar a cabo una ingesta adecuada de líquidos permitirá ayudar a evitar el estreñiento, elinar las toxinas del cuerpo, disminuir los riesgos de infecciones urinarias, así como un correcto funcionamiento de todos los órganos del cuerpo de la mujer. Además, durante el periodo de lactancia, una buena hidratación ayuda a una producción adecuada de la cantidad de leche materna y esa hidratación se muestra suficiente para el bebé que no necesita ingerir más líquidos.
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