No sé qué, pero ayer al leer la noticia de Llongueras despachado burofax su propia hija de la empresa y sobre todo de la marca que él mismo creó, me acordé instantáneamente del gran Isaac Diaz Pardo, al que unos gestores de medio pelo que habían crecido a su sombra, le desalojaron de Sargadelos, una marca de prestigio creada él y que nos ha enorgullecido hasta ahora a todos los gallegos. Esta visto, que cuando te haces mayor, es cuando más intentan coartarte la libertad. Y eso duele especialmente,e si los que lo hacen, son los tuyos, los que han heredado el negocio o ,como es el caso de mi admirado Isaac, les has regalado además tu sabiduría y tu bondad. El que Llongueras pierda su empresa, no quiere decir que alguien le ha podido quitar su talento y creatividad, ni que su hija sea capaz de merecer la consideración social de su padre. Tampoco los felones de Sargadelos han podido arruinar la biografia de Diaz Pardo que dejerá a las generaciones venideras lo que aprendió de su padre Camilo Diaz Baliño fusilado en el 36que reunía en su casa en aquellos años das Irmandades da Fala a Castelao, Vicente Risco, Otero Pedrayo, Ramon Cabanillas, Atón Vilar Ponte, Eduardo Blanco Amor y Asorey entre otros destacados galeguistas. Hoy, miles de gallegos, incluso los que somos medio catalanes, nos sentos orgullosos de la vida y obra de Isaac Diaz Pardo, pero nadie recuerda el nombre de los actuales popietarios de Sargadelos, que ha pasado de ser un Laboratorio de Formas, a una más de las empresas de cerámicas que existen en el mercado. Eso mismo nos va a suceder en Catalunya. Al saber que el negocio de las peluquerias Llongueras estan en manos de la familia del estilista y no en las suyas, habrá toda una travesia del desierto para los nuevos propietarios, que tendrán que competir sin el prestigio o la pronta de quien era y es un verdadero genio de la agen personal.
Isaac, Lluis …perdonadles que no saben lo que hacen.
Manuel Fernando González
Editor y Director