11/10/2010 PRLATAM 102.839 SUSCRIPTORES Los accionistas privados de la papelera responsabilizan al Ejecutivo argentino de los paros en Papel Prensa derivados del conflicto gremial y que han alterado la producción de la planta desde el pasado martes.
Un texto publicado ayer en la página 28 de Clarín y La Nación advierte de que ‘la escalada oficial contra Papel Prensa adquiere cada día nuevas modalidades’ y añade que tras ‘la campaña de hostigamiento societario y comercial y luego la persecución judicial, ahora llegó el turno al ámbito laboral’. Los accionistas no entienden el conflicto salarial ya que las remuneraciones de los trabajadores de Papel Prensa se sitúan entre las más altas de la actividad papelera y están muy enca de lo establecido el convenio colectivo del sector.
Para 2010, la empresa y los trabajadores llegaron a un acuerdo: se otorgaron aumentos que llegaban al 23% y se firmó un convenio que contenía una cláusula de paz social, hoy desconocida el sindicato. Para superar el actual conflicto, en los últos días la empresa ofreció otro 6%, lo cual elevaría el incremento anual al 29%. Sin embargo, los trabajadores solicitan un nuevo aumento salarial del 20%.
Aunque el sindicato negó mantener contactos con el Gobierno, trascendió que los empleados recibieron la comunicación de que el paro cuenta con respaldo oficial. Los accionistas privados consideran grave la inacción oficial para encauzar el conflicto y transmiten su temor de que el Ejecutivo especule con su profundización ‘poniendo en riesgo la provisión de papel, sobre todo de aquellos diarios que restricciones financieras no cuentan con los stocks usuales’.
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Si bien explican que Papel Prensa explora alternativas para evitar esa falta de stocks, afirman que ‘cualquier problema de abasteciento de papel será consecuencia de la falta de respuestas del Estado para abordar un conflicto intempestivo que resulta excesivo en su fondo y en su forma’. La medida de fuerza afecta severamente la producción de papel, a lo que se suman las consecuencias del bloqueo del acceso a la planta de San Pedro, que pide distribuir el papel ya fabricado, lo que afecta especialmente a los editores pequeños y medianos, que no tienen capacidad de mayor almacenamiento.
Por últo, Clarín y La Nación apelan a la buena fe del Ejecutivo: ‘Aspiramos a que las autoridades nacionales y de la provincia de Buenos Aires coadyuven al objetivo de mantener la paz social y asegurar el respeto al derecho de propiedad y el suministro de papel parte de la compañía, a fin de que no se vea comprometida la edición de ningún medio de prensa’, concluye el texto. La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), su parte, emitió un comunicado en el que expresa su preocupación que los paros afecten la normal edición de algunos diarios.
En los 32 años de vida de la planta, que abastece de papel a más de 170 periódicos del país, nunca se vivió un paro de estas densiones. Cristina Fernández de Kirchner opinó sobre el conflicto en su perfil de Twitter. La presidenta criticó a los accionistas privados y apoyó las reclamaciones de los empleados.
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