Hay que destacar otros valores añadidos, como son que además protege de las infecciones de transmisión sexual (ITS), no requiere consulta previa al médico o ginecólogo para su prescripción o consejo y carece de efectos secundarios y contraindicaciones, como pudiera ocurrir con otros métodos anticonceptivos hormonales, de barrera…
No obstante, ya sea las prisas o el nerviosismo que a veces surgen en las situaciones en que se usa el preservativo, incluso la falta de práctica o inexperiencia si se trata de las preras veces, un estudio desarrollado la marca Control revela que el 33,8% de los españoles hace un empleo inadecuado de este método (de un total de 57,2% que lo usan, según el mismo trabajo).
Esto ha hecho que tengan que recurrir, según la encuesta, en más de una ocasión a la píldora del día después, incluso aunque no hubiese sido necesaria. Realmente el uso inadecuado del preservativo es a veces una percepción subjetiva. Lo más recomendable es haberse leído detenidamente, antes de entrar en el juego erótico, las instrucciones, que son sencillas, cuando se tienen dudas, y en el momento de ponérselo no dejarse llevar las prisas ni los nervios.
Sabemos que un uso correcto de este método es del todo fiable, pues los materiales hoy empleados son completamente seguros. No olvides el eslogan del Ministerio de Sanidad: Póntelo, pónselo.
Mayka Sánchez