15/11/2010 PRLATAM 102.839 SUSCRIPTORES El Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida y el Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos reunieron a expertos de la realidad cubana en el Seminario sobre Historiografía y Política.
Tras la inauguración del encuentro, que se desarrollará en Madrid los días 15 y 16 de noviembre, llevada a cabo Bruno Aguilera, catedrático de Historia del Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos y director de su Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales, dio comienzo la prera de las mesas bajo el título ‘Historiografía y Poder’. En ella, sus ponentes Rafael Rojas, Javier Figueroa y Uva de Aragón desarrollaron su discurso en torno a la legitidad histórica del régen, las relaciones con la Iglesia católica y la violación de la Constitución de 1940, respectivamente.
El director del departamento de Historia del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de México DF, Rafael Rojas, centró su ponencia ‘Legitidad e Historia en Cuba’ en explicar cómo tras la Revolución ‘la nueva legitidad se construyó en paralelo a una ilegitidad’ que crea ‘enemigos de la patria y contrarrevolución’ y que clasifica a los individuos en ‘amigos y enemigos de la patria y héroes y traidores’. Este discurso creado el régen defiende que en Cuba ha existido una única Revolución que comenzó el 10 de octubre de 1868 y que triunfa finalmente en 1959 tras varios fracasos. Por este motivo, ‘1959 se establece como año cero’ y todo lo anterior pertenece al ‘pasado colonial y prenacional de la Isla’. Rojas aseguró que los ‘mecanismos de legitación del régen cubano están sufriendo un debilitamiento’. La Historia oficial estaría, según el experto, más apoyada los principales medios de comunicación y la ‘literatura oficial’, mientras que habría perdido el apoyo de la educación superior y el sector académico. Según este esquema, el Estado es el que establece la legitidad histórica de un personaje y señala qué políticos deben ser recordados y cuáles olvidados. Rafael Rojas apuntó también que casi el único aspecto previo al proceso revolucionario legitado el régen es la figura de José Martí.
El profesor de Historia de Cuba de la Universidad de Puerto Rico, Javier Figueroa, basó su intervención titulada ‘En la patria sembremos la Cruz: representando a los católicos cubanos durante la génesis de la Revolución cubana’ en la relación entre la Iglesia católica y el régen castrista. Figueroa dijo que ‘la Iglesia católica tuvo escasa presencia en Cuba tras la Revolución’ y apuntó que ‘alrededor de 1963 se produjo una persecución religiosa’ en la Isla. ‘La Revolución –añadió se transformó en un proyecto comunista, pulsado Fidel Castro, en el que la Iglesia se convierte en vícta’. Como consecuencia, ‘la Iglesia es prácticamente elinada, bien desaparición de los miembros opositores, bien asilación ideológica parte de la Revolución’. En relación con la Iglesia, el régen se encargó de ‘elaborar ágenes negativas sobre el adversario con el objetivo de anularlo para poner la verdad absoluta’ y de ‘convertir al contrario en maligno’ al que hay que acallar a través de la muerte, la cárcel o la sumisión psicológica. En cuanto a la situación actual, Javier Figueroa destacó el acercamiento entre el régen y las autoridades eclesiásticas reflejado la presencia de Raúl Castro en la inauguración de la nueva sede del Seminario San Carlos y San Ambrosio. ‘Ahora toca elaborar la Historia del proceso de reconciliación’, concluyó Figueroa.
La últa en intervenir fue la escritora e investigadora Uva de Aragón quien es, además, directora adjunta del Cuban Research Institute. Uva de Aragón destacó en su ponencia ‘Fusilamientos de la reputación: la política republicana’ como ‘momento clave’ de la Historia cubana la Constitución de 1940. La escritora consideró que Fidel Castro comenzó a ganar fama tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952, en el que surgen dos tipos de oposición: una pacífica y política, y otra violenta, liderada Castro. De esta forma, ‘Fidel Castro se autopromueve vías antidemocráticas’ y ‘sabotea cualquier acercamiento político para justificar la Revolución’. En esta época, durante el juicio que hay en su contra el ataque al cuartel Moncada, Castro prometió restituir la Constitución de 1940 elinada la dictadura de Batista. Sin embargo, en Sierra Maestra, antes de culminar su Revolución en La Habana, Castro comienza a dar señas de que la restitución constitucional no se produciría. Prero restablece la pena de muerte y, posteriormente, los altos jefes revolucionarios llevan a cabo acciones violentas para evitar que la población acudiera a votar en las elecciones de 1958, con intentos de asesinato al candidato presidencial Carlos Márquez Sterling, incluidos. La maniobra del régen contra Sterling continuaría tras el fracaso electoral con continuos intentos de desacreditarlo. Uva de Aragón calificó estas maniobras contra la oposición ideológica cubana de ‘fusilamiento de la reputación de la clase política cubana republicana’ con el objeto de validar la Revolución.
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