El título de la mesa de debate ha sido claro: ‘¿Tu médico está en Twitter?’ y ha estado moderado Elena Escala, redactora jefe de Diario Médico. El escenario de la sala donde se desarrollaba la mesa redonda estaba a la altura del Foro. Aparatos tecnológicos de ulta generación ‘inundaban’ el espacio y una amplia pantalla a un lado de los ponentes iba mostrando a tiempo real los twitts de los aproxadamente 150 usuarios que estaban siguiendo el evento Twitter. Sólo un elemento clásico se colaba entre tanta novedad, la pizarra. Elemento comunicador constante a lo largo de la más de hora y media de intenso, agradable e interesante debate. La comunicación fluía en el ambiente todo tipo de vías.
Con los avances tecnológicos la sociedad ha comenzado ha tener la necesidad de encontrar su organismo sanitario en la red y estos organismos deben de ser conscientes de ello y utilizar estas herramientas para mejorar la calidad de la salud de los usuarios. La Salud 2.0 comienza a alcanzar una tancia que nadie podría aginar hace relativamente poco tiempo. Philippe Paul, director Health Dialog Spain, ha sido el prero en exponer sus experiencias en la red de redes.
Para Fernando Casado, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, su experiencia en el mundo 2.0 comenzó tímidamente, convirtiendo su Twitter en una especie de panel organizativo donde poder avisar a sus pacientes de las novedades o previstos que podían ir surgiendo a lo largo de su jornada laboral. Sin embargo, en vista del potencial que esta red podía ofrecer, Casado ha ampliado su canal a muchas otras tareas que falta de tiempo no puede realizar físicamente.
Uno de los blogueros más conocido en mundo sanitario 2.0 que también ha estado presente en la mesa ha sido Miguel Ángel Mañez, subdirector económico y de RRHH del Departamento de Salud de Alicante que ha comentado como el miedo a la libertad de escribir lo que se quiera, es quizás una de las barreras que siguen teniendo muchos profesionales sanitarios que prefieren mantenerse al margen de estas nuevas herramientas de comunicación, herramientas cuya utilidad es más que palpable. ‘Aquella plataforma que más seguidores tenga es la que va a considerarse como la ‘oficial’ aunque en realidad no lo sea propiamente’ ha afirmado Máñez. Una de las preguntas que seguro produjo más reflexión entre los asistentes ha sido ‘¿Será un factor que favorezca que un médico esté en una red social?’.
Jorge Juan Fernández, director de Elath y Salud 2.0 del Hospital Sant Joan de Deu, recalcó una idea recurrente en estos encuentros ‘Hay que poner esfuerzo en el contenido’. Posteriormente Fernández expuso los esfuerzos que realizan desde su Hospital para ofrecer informaciones de calidad a sus ‘seguidores’ en redes como Facebook o su canal de You Tube.
Otro de los participantes, Rafael Cofiño, de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios de Asturias ha recalcado que ‘No sólo debemos producir o generar informaciones y contenidos, sino que también debemos generar conversación’. A su juicio, la mayoría de la temática que se realiza sobre salud en las redes no son problemas que afecten a la gran parte de la población, sino a una pequeña minoría. Cofiño ha añadido que ‘la población más vulnerable para la salud pública no tendrá, quizás, en años Twitter o silares’.
El conocido cirujano, Julio Mayol, director de la unidad de innovación del Hospital Clínico San Carlos, ha expresado la necesidad de un cambio de mentalidad. Por la educación recibida aún se piensa que es mejor no opinar a equivocarse, ‘Parece que vale más ser anóno y callarse’, ha expresado Mayol en referencia a muchos profesionales que están en las redes pero son ‘invisibles’.
Las dudas durante el turno de preguntas muchas han sido las dudas acerca de la conveniencia o la fiabilidad de los rankings sanitarios o sobre si es positivo o negativo para el Sistema Nacional de Salud que los usuarios viertan sus opiniones en la red. También se ha dialogado sobre la carencia en España de redes sociales de pacientes y se ha dejado claro que aunque todas estas iniciativas presentadas han nacido de forma natural individualmente, pero a partir de ahí su camino está ‘delitado’ la expansión social.
A pesar de todas estas experiencias y ejemplos el camino que queda recorrer es muy largo, aun existen muchos profesionales sanitarios siguen creyendo que Facebook o Twitter son cosas de frikis. A la vista está que no.
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