Una lista de espera que supera los 140 días, más del doble que la media nacional; retrasos en los pagos al personal sanitario que menos cobran; la mayor tasa de morosidad del pago farmacéutico, 709 días; y una reducción del presupuesto sanitario del 8.3 ciento pone a la sanidad cántabra al borde de la quiebra. Poco ta eso a un reducido grupo de gerentes del Servicio Cántabro de Salud, que cobran servicios indefinidos y guardias posibles.
El doctor y ex gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, José Manuel Rubín, Ángeles Ugarteburu González, coordinadora de compras del mismo, y la ex consejera de Sanidad de la Comunidad, Rosario Quintana, son algunos de los nombres de un selecto grupo de médicos del Servicio Cántabro de Salud que habrían logrado escalar posiciones en la cadena de mando y conseguir retribuciones salariales, bien medio de la famosa ‘productividad variable tipo 4’ o en concepto de guardias más que sospechosas.
El caso más destacado sería el del Doctor José Manuel Rubín, gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de 1989 a 1997, uno de los gerentes que más tiempo ha permanecido en el cargo, y que vio cómo su poder e influencia se desvanecieron cuando el PP llegó al poder de la Comunidad, produciéndose su cese. Desde entonces ha ocupado el cargo de jefe de sección de anesteseología del Hospital Marqués de Valdecilla. Esta situación no hizo que Rubín dejase de pertenecer a un grupo de médicos de marcada tendencia socialista que ‘resistieron’ al mandato del PP, y conservar algunos privilegios, aseguran fuentes cercanas al entorno del doctor.
Con la vuelta en 2003 del PSOE al gobierno de la Comunidad, las cosas volvieron a tornarse fáciles para estos médicos, incluido Rubín, que comienza a facturar guardias localizadas como de presencia física desde el año 2005, llegando a facturar este concepto más de 100 en el año 2007. Fuentes cercanas al entorno de Rubín aseguran a Prsalud que la asignación de las guardias durante este periodo se convirtieron en un ‘auténtico fraude’, y que era el mismo Rubín quien ‘se asignaba así mismo’ guardias humanamente posibles de realizar. Prueba de ello son los documentos del Hospital Marqués de Valdecilla donde se recogen las guardias de la sección de anesteseología a las que Prsalud ha tenido acceso.
La renovación del pacto de gobierno PSOEPRC en 2007 supondría la ascensión y libertad anhelada de este ‘selecto’ grupo de médicos. Rubín sería fiel representante del ascenso de muchos de ellos. Gracias a su relación con el Director del Servicio Cántabro de Salud, José María Ostolaza, es nombrado Asesor a la dirección de esa misma institución a finales de 2008. Desde entonces comienza a percibir la productividad variable (4), 3620,54 euros mensuales al mes más su sueldo como jefe de sección de anesteseología en el HUMV. Esa productividad variable compensaría, según fuentes cercanas al entorno del doctor, la cantidad que Rubín dejaría de percibir las guardias, tal y como había hecho durante 2007. Un ‘apaño’ que convertiría más ‘transparente’ las retribuciones extras que este médico recibía.
Pero desde Enero de 2010 está liberado de su puesto de trabajo como anestesista, ocupando a jornada completa el despacho de asesor del SCS. Eso no le ha hecho dejar de recibir la productividad variable (4), que en un principio sólo reciben miembros del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, y durante este año ha cobrado en concepto de productividad variable cantidades superiores a los 3,000 euros cada mes sólo este concepto. Él mismo asegura que estas cantidades se refieren a su retribución como asesor a la dirección del SCS, cargo que ocupa con el cometido de reducir las listas de espera en la comunidad. Sin embargo ya no ejerce en el HUMV, lo tanto no se entiende el pago de esa ‘paga compensatoria’. La productividad variable (4) se cobra realizar actividades fuera de su trabajo.
Pero no sólo es él quien cobra esta retribución, también la jefa de compras del hospital Ángeles Ugarteburu González ha cobrado productividad variable, sin ser personal médico siquiera.
Otra que no ha podido escapar a las acusaciones del cobro de la productividad variable (tipo4) es la exconsejera de Sanidad en el prer periodo de gobierno de la coalicción PSOEPRC, de 2003 a 2007, Rosario Quintana. Esta ginecóloga ocupa actualmente el cargo de directora del centro de planificación familiar La Cagiga, en Santander. Pero eso no la ha pedido cobrar la consabida productividad variable en el mes de Julio de 2010, tal y como muestran los datos oficiales.
Tal y como han hecho saber a Prsalud fuentes cercanas al entorno sanitario de la comunidad, un grupo de médicos gerentes ‘se ha hecho con el poder de la sanidad cántabra’, haciendo y deshaciendo a su antojo sin que ni sindicatos ni otros miembros del SCS no puedan hacer otra cosa más que quejarse. El cobro de la productividad variable ha sido durante este año en Cantabria uno de los principales motivos de huelga de otros hospitales de la región, alegando que sólo un grupo reducido de gerentes había recibido tal compensación económica.
Estas retribuciones complementarias estarían amparadas bajo el complemento de productividad, destinado a ‘retribuir el especial rendiento, el interés o la iniciativa del titular del puesto, así como su participación en programas o actuaciones concretas y la contribución del personal a la consecución de los objetivos programados, previa evaluación de los resultados‘, según el artículo 43 de la Ley de personal Estatuario.
Recientemente, el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Pablo Corral se reafirmaba en una entrevista a El Diario Montañés en esta teoría del grupo de médicos privilegiados dentro del SCS, donde estaría el propio Rubín entre otros. ‘Determinadas personas de la Administración sanitaria de Cantabria, tanto de la Consejería como del Servicio Cántabro de Salud están jugando un papel de malos. De hecho hay determinadas personas que han estado inmersas en procesos judiciales’.
En la misma línea se sitúan las cabezas visibles de los principales sindicatos de la comunidad. Desde el secretario del sector de Sanidad de UGT, José Manuel Castillo, quién además ha corroborado a prsalud el cobro de la productividad variable los ‘gerentes privilegiados’; CCOO o Margarita Ferreras, secretaria general de Sanidad del Sindicato CSIF (Confederación Sindical Independiente de Funcionarios). Todos ellos se quejan de la situación de privilegio de algunas personas que sí han cobrado la productividad variable (tipo 4), ‘un tipo de productividad que sólo se paga en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y que maneja la adminsitración paara pagar no se sabe muy bien qué’ asegura José Manuel Castillo de UGT.
Desde el SCS y la propia Consejería se han desmarcado de estas acusaciones, asegurando que ‘la productividad variable no ha sido cobrada ningún miembro del SCS’. Y sigue siendo cierto para los miles de trabajadores que esperan recibir sus retribuciones productividad variable del pasado año, un asunto que la propia Consejería anunció que resolvería en una mesa sectorial que tendría lugar el mes de Octubre. Sin embargo, esa mesa aún no se ha convocado, y cuestiones como los pagos atrasados y las retribuciones de un número de gerentes ‘actividades indefinidas’ sigue en el aire. Mientras el doctor Rubín y compañía siguen haciendo y deshaciendo en la sanidad cántabra a su antojo.
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