29/11/2010 La oposición venezolana da la cara Globovisión ante las amenazas de expropiación del Gobierno.
La pasada semana, el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, pidió asilo político a Estados Unidos al considerarse perseguido parte de Hugo Chávez después de que el mandatario lo acusara de reunir fondos para asesinarlo. El Presidente venezolano pidió el fin de semana a la Fiscalía General y al Tribunal Supremo de Justicia nuevas acciones contra Globovisión y Zuloaga, al que acusó del delito de ‘traición a la patria’ hablar contra su gobierno en un foro realizado en noviembre en el congreso estadounidense.
Ante esta nueva oleada de ataques hacia la cadena, la Mesa de Unidad Democrática advirtió que ésta podría correr la misma suerte que Radio Caracas Televisión. Por otra parte, la Asociación Civil Ciudadana ratificó en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) su compromiso con la promoción de los valores democráticos y la defensa de los derechos civiles y políticos de los venezolanos y recordó el artículo 4 de la Carta Interamericana a propósito de las amenazas del Ejecutivo contra Globovisión. La asociación pidió al secretario General de la OEA, José Miguel Insulsa, que esté atento para dar respuesta a esta nueva amenaza presidencial contra el canal.
Los 450 empleados de Globovisión emitieron un comunicado en el que manifiestan su preocupación ante un posible cierre definitivo del canal. ‘Aquí estamos en zozobra, nada tranquilos con la incertidumbre de no saber si mañana, en una semana, o en meses se tomarán medidas que afecten esta ventana de expresión’, dijeron. El Colegio Nacional de Periodistas, su parte, alertó sobre las medidas contra Globovisión, de las que dijo que ‘se producen en un ambiente de hostigamiento, censura, discrinación y ahogo económico el gobierno nacional’.
El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gonzalo Marroquín, también denunció el acoso que vive la cadena de televisión y se mostró convencido de que la represión no es contra el canal, sino contra el derecho del pueblo a recibir información.
En general, la prensa venezolana advirtió que, de concretarse cualquier acción que ‘vulnere el derecho a la disidencia, al pensamiento crítico, a la libre circulación de ideas, al acceso a la información pública o a la manifestación, se estaría acabando con el sistema de libertades, entre ellas, la de expresión, en los que se fundamenta la democracia’.