El uso inadecuado de los antibióticos ha hecho aumentar el número de organismos resistentes, sobre todo en los países en desarrollo. Así todo, cada año se registran en la Unión Europea alrededor de 25.000 muertes a causa de la resistencia a los antibióticos.
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado que la resistencia a los anticrobianos es el tema elegido para el Día Mundial de la Salud 2011, un problema calificado la organización como ‘grave’ y que afecta a la raíz misma de la lucha contra las enfermedades infecciosas.
Según explica la OMS, en Mongolia más del 40 ciento de los niños reciben antibióticos sin receta médica para infecciones respiratorias. En este mal uso de los antibióticos radica la proliferación las superbacterias y la resistencia a muchas de ellas que están desarrollando un gran número de ciudadanos.
El problema surge que la gente, sobre todo en países donde existe un menor control de los antibióticos. La OMS alerta que las madres se sienten más tranquilas si administran a sus niños antibióticos en lugar de tratarlos con paracetamol e inhalaciones. Los médicos prescriben antibióticos para sples infecciones víricas en pacientes lo demás sanos para prevenir posibles infecciones bacterianas secundarias, pese a que hay ensayos clínicos de calidad que demuestran la nula eficacia de esa profilaxis. En el mundo en desarrollo los farmacéuticos despachan fácilmente antibióticos sin receta, pues sus ingresos dependen de las ventas más que de un sueldo o de honorarios profesionales.
Pero el problema de la resistencia a los anticorbianos no sólo se restringe a los países en vías de desarrollo, en Europa el problema también es motivo de atención de las autoridades sanitarias. Muchos son los expertos que las ‘perspectivas no son esperanzadoras’ ante el aumento continuo de la presencia de multirresistencias, la aparición y diseminación de superbacterias, las necesidades no cubiertas en el entorno hospitalario y una baja disponibilidad de nuevos antibióticos
Según la OMS, los países de Europa occidental han logrado disminuir la tasa de resistencia a los anticrobianos de algunos agentes. La vigilancia integrada del consumo de antibióticos y la resistencia a los mismos, una educación de prescriptores y consumidores coordinada y financiada la administración pública, y la regulación de su uso en comunidades y hospitales han demostrado que es posible contener la resistencia a los anticrobianos. Lamentablemente, incluso en sistemas bien regulados, como los de Europa, la resistencia de algunos agentes patógenos sigue aumentando sin cesar, y el uso de antibióticos fuera del sistema de salud, especialmente en el ámbito veterinario, sigue planteando problemas.
Cada año se registran en la Unión Europea alrededor de 25.000 muertes a causa de la resistencia a antibióticos derivada de un uso excesivo o innecesario de los mismos. Cabe recordar la manera de usar adecuadamente los antibióticos. Estos solo son eficaces contra algunos de los microorganismos, deben tomarse en dosis precisas y durante un tiempo determinado, y carecen de eficacia en las infecciones virales, recomiendas los expertos.
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