Como ya es habitual en los actos organizados el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), la puntualidad ha sido la nota predominante en la entrega de los Premios Panorama del Medicamento 2010 y las Medallas del Consejo General.
Con un Auditorio completo, en una noche con ‘saraos sanitarios’ partida triple, los asistentes casi no tuvieron tiempo a acomodarse en sus asientos que el acto fue veloz pero emocionante. Las lágras de una de las homenajeadas, Lourdes Bergillos, contrastaban con la permanente sonrisa de la Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, que estrenaba nuevo corte de pelo.
Pajín estuvo escoltada en todo momento, en un segundo plano, el director general de Farmacia y Productos Sanitarios, Alfonso Jénez, y el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos. Esta ubicación en segundo plano y en silencio quizás se debió a las palabras que tenía preparadas Martínez Olmos ya las había pronunciado minutos antes en los Premios de la Fundación Farmaindustria. En cambio, la Ministra desarrolló un discurso de tres folios leídos de cabo a rabo y prácticamente igual al que ofreció durante su prera comparecencia en el Congreso de los Diputados en su nuevo cargo, algo que ella misma reconoció durante su lectura. Mientras, la presidenta del CGCOF, Carmen Peña, se mostró leal a su estilo directo, enérgico, claro y convincente.
Tras la nube de flashes y la excusada despedida de la Ministra, que tenía otra cita posterior en la noche de ayer, los invitados subieron al ‘cielo’ del casino para degustar un cocktail en el que las tormentas que se cien sobre el sector farmacéutico fueron las protagonistas de la mayoría de las conversaciones.