16/12/2010 PRLATAM 102.839 SUSCRIPTORES El síndrome de la silla vacía parece haberse puesto de moda. Si hace unos días Liu Xiaobo no pudo recoger su Nobel de la Paz, ayer era el sillón de Guillermo Fariñas el que estaba desocupado en Estrasburgo.
Siguiendo su línea habitual de no dejar salir del país a aquellos que expresan opiniones críticas hacia el gobierno cubano, las autoridades pidieron al periodista asistir a recoger el galardón que le otorgó el Parlamento Europeo. Diversas organizaciones pro derechos humanos criticaron la decisión del régen de los Castro, entre ellas Amnistía Internacional que aseguró que ‘esta restricción a su libertad fundamental de circulación es un castigo innecesario puesto ejercer su legíto derecho a la libertad de expresión’.
Fariñas responsabiliza directamente a Fidel Castro de su viaje frustrado, ya que considera que si la decisión estuviese en manos de Raúl Castro hubiera tenido posibilidades de conseguir el permiso de salida. El argumento oficial de la Consultoría Jurídica Internacional Jurídica de Cuba, encargada de dar el visto bueno, es que todavía no ha recibido ninguna carta de invitación parte de la Embajada de Francia en La Habana, aunque la Unión Europea envió el citado documento hace dos semanas. ‘Sin duda, las autoridades me habrían dejado partir, pero sin posibilidad de regresar y eso, está fuera de cuestión. Soy cubano y me quedo con el pueblo cubano. Para mí, la única solución aceptable era una salida provisional’, aseguró el periodista.
El disidente cubano añadió que su mensaje es ‘un mensaje de reconciliación. Sin rencor ni odio. Amemos a nuestros enemigos. No existe una guerra civil en Cuba sino una rebelión pacífica y la promesa de un cambio profundo de la sociedad. Soy una ínfa parte de esa rebelión y recibo el Premio Sajarov en nombre de todo el pueblo cubano. Este premio me alienta a continuar en este moviento colectivo hacia el mejor de los premios: la democracia total en Cuba, el respeto de los derechos humanos de todos, incluyendo los de aquellos que son ahora nuestros opresores’.
La prohibición de viajar a Francia a Guillermo Fariñas, coincide con un aumento de la represión de las actividades pro derechos humanos en la nación caribeña, donde los días 9 y 10 de diciembre pasados, las autoridades detuvieron a un centenar de activistas en diferentes lugares del país, en lo que la Comisión creen fue un intento de pedirles que asistieran a varios actos convocados para conmemorar el Día de los Derechos Humanos. Todos ellos fueron puestos en libertad unas horas después.
‘En los últos meses, las autoridades cubanas han avanzado en la liberación de presos de conciencia y disidentes, pero las restricciones para viajar puestas a Guillermo Fariñas y a otras personas muestran que todavía queda mucho hacer para mejorar el respeto a los derechos humanos’, manifestó Kerrie Howard, directora adjunta del Programa Regional para América de Amnistía Internacional. Además, todavía permanecen en las prisiones cubanas tres periodistas encarcelados durante la ‘Pravera Negra’: Pedro Argüelles Morán, Héctor Maseda Gutiérrez e Iván Hernández Carrillo.
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