El Economista está pasando un momento difícil y pide a sus empleados un esfuerzo en forma de ERE temal. La mitad de la plantilla se vería afectada con un recorte salarial del 25%. Mientras tanto, para los directivos se han establecido rebajas que van del 5% al 10% en el prer tramo, del 20% para los salarios más elevados y del 30% para los más altos, pero en este caso son voluntarias.
Los trabajadores de El Economista son conscientes de que la empresa no pasa su mejor momento. Por eso están dispuestos a negociar una rebaja salarial generalizada de un 5%. Sin embargo, no aceptan las condiciones que propone la compañía, que establece una rebaja del 25% para todos los que estén debajo de los 45.000 euros anuales, es decir, para 69 de los 130 empleados.
La empresa su parte ha dejado las cosas claras, si no aceptan el ERE temal o si la Comunidad de Madrid lo echa para atrás tendrá que aplicar 30 despidos. Entre la plantilla el ambiente es tenso y más teniendo en cuenta que son los salarios más bajos los principales afectados. El tramo que va de los 45.000 a los 75.000 euros se reducirán sólo un 10% y en el caso de los directivos las bajadas salariales serán voluntarias. Se propone una rebaja del 5% al 10% para los puestos más bajos, del 20% para los superiores y del 30% para los de más alto nivel, pero no son obligatorias.
Los trabajadores presentarán una propuesta alternativa a la empresa, que va encaminada a aplicar una reducción menos drástica y que afecte a toda la plantilla, ejemplo del 5%. Han contratado a un abogado para estudiar el caso, aunque aún no disponen de la documentación necesaria, puesto que la dirección no les ha comunicado aún cuánto dinero pretenden ahorrar con la medida.
El ERE temal de El Economista está previsto que dure al menos un año. Durante este periodo de tiempo los empleados verán reducida su jornada laboral, algo complicado en el caso de la redacción, que propondrá días o semanas libres a cambio. Ambas partes tienen un plazo de 15 días para negociar.
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